La UE teme quedar fuera de juego en la cuestión de Kosovo
GARA |
Los Veintisiete se comprometieron ayer a mostrarse unidos en diciembre en caso de que se confirme el fracaso del último intento mediador en torno al estatus del enclave de Kosovo.
Los miembros de la UE siguen divididos sobre una futura independencia de Kosovo. El Estado español lidera, junto a Grecia y Chipre, la posición más recelosa hacia esta solución, mientras que tanto el Estado francés como Alemania e Italia la consideran inevitable.
Los Veintisiete abogaron por « una planificación prudente» en previsión de que los albano-kosovares, impacientes tras ocho años de protectorado de la ONU y de la OTAN, proclamen unilateralmente su independencia.
El subsecretario de Estado de Asuntos Europeos del Gobierno estadounidense, Kurt Volker, insistió el viernes en que Washington reconocería entonces al nuevo Estado de Kosovo.
Rusia, por su parte, insiste en que se opondría a toda solución que no sea aceptable por los unionistas serbios.
«Yo no puedo concebir que al final (de las negociaciones) asistamos a una posición fuerte de Rusia y a una posición fuerte de EEUU y que la UE no tenga posición alguna. Si eso ocurre entonces perderíamos toda credibilidad en materia de política exterior», recordó Luis Amado, ministro de Exteriores de Portugal, que ejerce la Presidencia de turno de la UE. Más aún cuando el de Kosovo (y los Balcanes) es un problema europeo.