Al menos 25 personas murieron ayer en ataques y atentados en Irak en la víspera de una reunión del primer ministro, Nuri al-Maliki, con representantes de países vecinos y del Consejo de Seguridad de la ONU sobre «los progresos en materia de seguridad» en los últimos seis meses.

15 personas murieron en la explosión de un vehículo cargado por explisivos conducido por un kamikaze que tenía como objetivo un puesto policial y acabó estampándose contra un mercado en Medina al-Sadr, gran barriada chiíta de Bagdad.

Otras cuatro murieron en otro ataque-suicida en Kufa, otro bastión del movimiento chiíta al-Sadr.

El Ejército estadounidense inició ayer una vasta operación contra la resistencia sunita en Kirkuk, Kurdistán Sur.