Que Josu Jon se vaya esta trayendo un río de comentarios, algunos muy sabrosos como el del ministro Rubalcaba: «En cuanto tenemos un amigo, se lo follan», dando muestras de lo mal que le ha sentado y de lo mucho que el PSOE quiere a ese sector del PNV. Sin embargo su marcha no significa que las cosas vayan a cambiar y mucho menos si Urkullu se perfila como su sucesor. Esperemos a ver si el cambio de las personas lleva un cambio también en las actuaciones de ese partido. En los momentos más importantes de los últimos años ha preferido apartarse de la solución democrática del conflicto que vive este pueblo y aliarse con el PSOE para frenar la solución que tenían sobre la mesa, y eso debería cambiar. Que todo siga o no igual que ahora depende de todas las fuerzas políticas. Cambiar el rumbo es posible, pero hacen falta voluntades, hechos, no basta con un mero cambio de personas si lo que pretenden es que todo siga igual y mantener el mismo discurso. Euskal Herria se merece un cambio de rumbo que nos lleve a decidir nuestro futuro en una auténtica democracia.