La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound) confirma en su boletín del Observatorio Europeo de las Reestructuraciones que entre 2002 y 2006 se perdieron 287.850 puestos de trabajo, un 12,17% del total, por los diferentes procesos de deslocalización de las empresas de los países desarrollados. En ese período la merma de puestos en los países avanzados alcanzó a un total de 2,3 millones de trabajadores, la mayoría un 73,41% se debe a procesos de reestructuración de las empresas grandes y pequeñas.

Eurofound está constatando que muchas de las empresas llevan adelante este tipo de reestructuraciones de plantilla para después «contratar en otros lugares y bajo condiciones salariales y laborales de peor contenido que la plantilla que se destruye». En el Estado español, los datos del Observatorio Europeo de Reestructuraciones cita en ese período de cinco años atrás la pérdida de 33.631 empleos de compañías emblemáticas como Siemens, Renfe, Atento, Hunosa, Izar, Alcatel, Airbus, Seat, Babcock, La Naval, Air Madrid. Renault, Hunosa, Reckitt, Iberia, Daimler-Chrysler, Delphi y, entre otros, RTVE. En ese período se calcula que un 6% de la pérdida de empleo se debieron a los procesos de deslocalización de algunas empresas.

En el Estado francés, la pérdida de empleo alcanzó los 276,721 puestos, de los que un 65 más o menos estuvo afectado de forma directa por el traslado de empresas a lugares donde los costes económicos son más baratos. En 2007, la radiografía demuestra que todavía se están produciendo despidos en un número elevado en el conjunto europeo. De hecho, en seis meses han desaparecido 204.000 puestos de trabajo, de los que el 55% se deben a reestructuraciones internas, mientras que las quiebras y cierres afectan al 21% de los trabajadores; otro 15% es despedido por las fusiones y adquisiciones.

Durante este año, los procesos de deslocalización y externalización «sorprendentemente afectó sólo» a un 5,5% del total. Eurofound reconoce que se ha producido un estancamiento en la pérdida de empleo a consecuencia de la marcha de empresas a otros lugares, ya que en los cuatro trimestres anteriores la deslocalización a nivel europeo suponía la pérdida de un 9% de los puestos de trabajo de media en los doce meses. Por contra, en el primer semestre, sin embargo, se han anunciado la creación de 280.100 empleos en el conjunto europeo, de los que el 73% son empleos que se crean en los nuevos estados integrados en la UE.

Los casos más llamativos de destrucción de empleo hasta marzo fueron la pérdida de 40.000 trabajos en la Administración pública checa, los grupos Michelin (20.000 puestos) y Pfizer (10.000 puestos) también anunciaron fuertes reducciones de trabajo y en Italia la empresa pública de ferrocarriles eliminó a 10.000 puestos. También destacó la pérdida de empleo en Alcatel-Lucent de entre 12.000 y 13.000 puestos, lo mismo que en Airbus; Bayer redujo en 6.100 los empleos. Entre abril y junio, el Observatorio Europeo de reestructuraciones cita la pérdida de empleo de Citigroup con 17.000 puestos; y la compañía de telecomunicaciones Foxcon aumentaron en 5.000 empleos por su expansión en la república Checa. En Italia destaca que la fusión de Unicredit y Capitalia condujo a la reducción de entre 7.000 y 8.000 puestos. Las sociedades mercantiles europeas «están buscando la máxima rentabilidad, por eso se producen esas creaciones y pérdidas de empleo de forma intensa».