El partido frente al Zaragoza dejo una conclusión muy clara: el Athletic ha mejorado pero aún ha de crecer bastante. No falta intensidad, el nivel medio ha subido y la competitividad también es mayor, pero ninguna de estas tres claves ha servido para lograr los tres puntos en alguno de los envites disputados por los de Caparrós en lo que va de temporada.

Los rojiblancos habrán de seguir creciendo para obtener mejores resultados. Todo dentro de un conjunto que aspira a llegar lo antes posible a los 42 puntos. Para lo cual habrá de gestionar lo mejor posible los malos momentos que se encuentre durante la presente campaña.

Sin embargo, ya hay focos que alumbran con sus luces el horizonte del Athletic. De hecho, han de ser parte de los pilares sobre los que asiente el proyecto de Caparrós. Así, hasta el momento dos figuras destacan sobremanera. Se trata de Gorka Iraizoz y Markel Susaeta. El de Antsoain realizó varias intervenciones de muchísimo mérito ante los maños, incluida un esplendido puño en un uno contra uno ante Diego Milito.

Mientras que el mediapunta eibartarra ha tenido el debut soñado por cualquier cachorro. Ha anotado dos goles, marca diferencias y da la sensación de que puede ser un jugador importante en el futuro del Athletic. Para ello, aún deberá pulir diversos aspectos, como la excesiva conducción del balón o el apartado físico, pero madera y clase tiene de sobra.

Falta de oxígeno en la medular

Por el contrario, el choque ante el Zaragoza deparó otras sensaciones mucho menos halagüeñas. Así, el rival logró dominar el centro del campo mediante la presencia de Luccin, las apariciones de Gabi y la movilidad y dinamismo de un superclase venido a menos como Pablito Aimar. La calidad de los hombres de Víctor Fernández y la lógica inactividad de Orbaiz propiciaron ese dominio maño.

Sorprendió que Caparrós tardase tanto tiempo en sacar a un jugador de medio campo. La falta de oxígeno era patente, pero el de Utrera no introdujo a Ander Murillo hasta que faltaban dos minutos para el final del tiempo reglamentario. Más aún cuando un jugador físicamente fuerte, con presencia en el campo y capaz de aportar dinamismo como es Tiko estuvo calentando durante prácticamente toda la segunda mitad.

La superioridad zaragocista en la medular se tradujo también en un buen número de ocasiones para los blanquillos. Varias de esas opciones llegaron a través de pases en profundidad de Aimar y Gabi, que se aprovecharon diversos errores de colocación de los centrales, pero ni Milito ni Oliveira pudieron acertar ante un inspirado Gorka.

En cuanto a la defensa, los dos laterales tuvieron una actuación dispar. Iraola acompañó bien a Susaeta y llegó a la zona de ataque, lo que propició que el Zaragoza le cogiese la espalda en más de una ocasión. Mientras que Del Horno cumplió sin grandes alardes en su retorno a San Mamés. El de Gallarta además fue pitado. En el centro de la defensa Ocio jugó un partido serio. El gasteiztarra se mostró sólido en el corte y el juego aéreo, aunque tuvo algún error de colocación. Menos atinado estuvo un Amorebieta que falló en el gol de los visitantes y no tuvo una buena noche.

Otro de los puntos más desafortunados del partido fue la actuación de Fernando Llorente. El delantero nacido en Iruñea tuvo una enorme ocasión a los cinco minutos, pero César la arrebato el balón de los pies.

Así, fueron bastantes los aficionados rojiblancos que mostraron su descontento con la actuación de Llorente. Tampoco Caparrós quedó muy contento y le sustituyó por Vélez en la reanudación. El de Tafalla mostró buenas maneras y parece gozar de la confianza del técnico utrerano, quien le ha dado minutos en las tres contiendas ligueras disputadas.

Las dudas, por tanto, vuelven a cernirse sobre la delantera. La falta de pegada de los rojiblancos ha sido una constante en los tres partidos. El batallador Aduriz sigue sin disponer de balones claros y Etxeberria tuvo la victoria en sus botas pero no atinó. Todo ello, unido a la alargada sombra de Isma Urzaiz, dejan en evidencia lo desacertado de no haber contratado un delantero más.

Así las cosas, el próximo domingo los vizcainos tienen una importante cita en el Ciutat de Valencia. El partido ante al Levante debería ser una cita propicia para que los rojiblancos consigan la primera victoria.

Un triunfo que serviría para no alimentar y alejar unos miedos que continúan muy presentes en el subconsciente colectivo del entorno del Athletic. Los tres puntos permitirían a los vizcainos afrontar con más calma el próximo envite en San Mamés ante el Atlético.