REAL Es el único conjunto de Segunda que ha sumado todos los puntos en sus desplazamientos y ninguno ante su público
¿Y con buen ambiente en Anoeta?
El equipo blanquiazul demuestra con sus declaraciones y resultados que se siente más cómodo en las salidas que en el estadio
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real es el único equipo de Segunda que ha ganado todos los puntos disputados fuera y no ha sumado ninguno en casa. Un dato que debe servir para la reflexión si está acompañado de las declaraciones de los jugadores blanquiazules y de Coleman, que reconocen que se sienten más cómodos fuera que en casa por el ambiente negativo que rodea los partidos de Anoeta.
Cualquier equipo debe sumar la mayoría de los puntos ante su público para aspirar a la zona alta de la tabla y parece necesario que cambie el ambiente y la capacidad del equipo para jugar con lo que se encuentre. Sin entrar a discutir la legitimidad de cada aficionado a hacer lo que estime oportuno, lo cierto es que el ambiente no ayuda al equipo y lo sucedido en el primer mes de competición obliga a una reflexión de todos.
Es perfectamente comprensible el enfado de la afición, sobre todo con los gestores del club, aunque sucede como con Astiazaran, que cuando peor era su gestión no se les cuestionaba y cuando hacen lo que deben se quiere forzar su salida. Condicionar cada quince días el debate sobre la continuidad del Consejo en función del resultado del primer equipo perjudica a los jugadores porque les atenaza el ambiente enrarecido y aumenta su responsabilidad.
Unanimidad hacia el equipo
La continuidad del Consejo debe debatirse en las Juntas y en el campo sólo cabe la unanimidad en apoyo a los jugadores que cada domingo defiendan a la Real. La cultura de pitar a los jugadores perjudica a la entidad. Si se quiere subir a Primera es mejor aparcar los pitos y aplaudir a los jugadores hasta cuando fallen. Entonces éstos se sentirán más cómodos, se atreverán más y podrán dar su mejor rendimiento.
Pero para cambiar el ambiente los jugadores deben poner su parte y ser más agresivos de salida, jugar con más intensidad y más rapidez para enganchar a su afición. Lo que no se le puede exigir al equipo es que haga un fútbol vistoso y el que lo busque en Anoeta se equivoca. Es muy difícil ver un fútbol espectacular en Segunda, hay que estar predispuesto a ver partidos muy disputados, sosos y cerrados y sólo a partir de un descenso en las expectativas de la gente se comprenderá mejor lo que es la dureza de esta categoría.
Lo importante es que cada semana se ven aspectos positivos. En Las Palmas Coleman rectificó su error de sentar a Xabi Prieto y eso ayuda al equipo, aunque en las cuatro jugadas claves del partido -la expulsión y los tres goles- no participó. En la primera Aranburu dejó en evidencia a los que dicen que no puede dar pases en profundidad, cuando en las dos salidas ha dejado a sus delanteros solos ante el portero tras pases magistrales.
Pero lo mejor de los dos últimos partidos es la sensación de que la Real ha acertado con Vaughan, no ya sólo por provocar dos penaltis y marcar un gol, sino porque su juego de movilidad con tendencia al centro ayuda a mejorar en ataque. Además trabaja bien en defensa.
Muchos jóvenes de la cantera
Además Díaz de Zerio demostró en la expulsión y en el gol que puede ser el delantero goleador que necesita este equipo ante las dudas que trasmiten Delibasic y Skoubo por sus lesiones. Y lo mejor es la respuesta que en una situación de auténtico dramatismo dio la Real en Las Palmas con un equipo muy joven. Coleman terminó el partido con un once que tenía nueve canteranos y dos extranjeros y una media de edad de sólo 23,8 años, con cinco jugadores de entre 20 y 21. De los catorce utilizados once han salido de la cantera, ninguno tiene más de 28 años y ocho no superan los 24. ¿Este bloque no se merece el apoyo de Anoeta? Si lo encuentra será más factible unir la adecuación del club a sus posibilidades y la consecución de resultados.
El Málaga, el Racing de Ferrol y el Hércules son los otros tres equipos que han sumado todos los puntos en sus salidas y el Albacete y el Poli Ejido han sido los dos que tampoco han logrado puntuar en los dos partidos en casa.
Coleman terminó el partido con un once con una media de edad de 23,8 años y sólo dos extranjeros con cinco jugadores canteranos que no superaban los 21 años: Mikel González, Castillo, Markel, Estrada y Borja Viguera.
Una idea destacaba sobre las demás en las declaraciones de los jugadores realistas tras la victoria de Las Palmas. Como indicaba Iñigo Díaz de Zerio, «teníamos que aprender de los errores, sabíamos que si metíamos un gol íbamos a dar la vuelta al marcador y por fin hemos creído en nosotros. Yo con el gol me he quitado un peso de encima porque un delantero vive del gol, llevaba muchos partidos sin marcar y tenía ganas de celebrarlo».
Ahora el objetivo de los realistas es reflexionar sobre por qué en casa no sacamos los resultados: «Nos pesa la presión, el ambiente y es hora de dar la vuelta a eso, superar las dificultades y que seamos un equipo sólido».
En la misma línea, Gerardo señalaba que «necesitábamos un resultado así tras el palo del otro día. Esto nos debe servir para creernos que somos un equipo. Ni somos tan buenos ni tan malos, esto nos debe ayudar a crecer y para que el sábado al afición nos ayude a conseguir tres puntos que nos permita meternos en los puestos que necesita el equipo».
En su análisis del partido señalaba que «en la primera parte ellos han hecho su trabajo, han intentado tapar el juego, tocamos sin profundidad, pero ellos se han desgastado mucho y tras meter el gol se han venido abajo físicamente. En la primera parte no hemos llegado, no tuvimos ocasiones, pero nos ha servido para la segunda mitad. En el descanso nos hemos mirado todos y hemos dicho que no podía pasar lo del otro día, que debíamos ir a por el partido».
Xabi Castillo se mostraba contento tras participar en dos de los goles de la Real y no pedía falta de Nauzet en el lance del 1-0: «Ha levantado el pie con la plancha, pero no creo que haya sido falta. Le he perdido de vista y ha sido un error de todos».
Acabó el partido pese a que fue duda hasta última hora por un problema en la cadera. Admitía que «sinceramente pensaba que no podía jugar, me salió una ampolla en el pie izquierdo y la cadera se me ha estado cargando hasta que me quedé tieso. Me han mandado antiinflamatorios, he respondido y estoy contento de ayudar al equipo a ganar un partido que era vital».
Habrá que ver la evolución del durangarra en la vuelta a Zubieta de los realistas a las diez de esta mañana, pendientes de las noticias que lleguen de Madrid, donde Garitano será examinado por el cirujano que le operó. Habrá que ver si Larrea, Carlos Martínez y Skoubo trabajan con el grupo en el inicio de la preparación del partido del sábado a las 18.30 contra el Elche en Anoeta.
