El presidente colombiano, Álvaro Uribe, rechazó nuevamente la petición de Hugo Chávez de despejar la región de Caguán para que pueda reunirse con el líder de las FARC, Manuel Marulanda.

«Lo dicho no hay que repetirlo», declaró el sábado por la noche Uribe después de que Chávez le pidiera su visto bueno para entrevistarse con Marulanda en territorio colombiano. En sus más de cinco años de mandato, Uribe ha dejado claro que no desmilitarizará ninguna zona del territorio para una negociación con las FARC, tal y como ocurrió con su predecesor Andrés Pastrana.

«Imposible un despeje»

El sábado, en una intervención televisada, Chávez emplazó a su homólogo colombiano a despejar el Caguán, en la selva del Caquetá. «Presidente Uribe, usted me pidió ayuda y yo quiero ayudar. Ahora, ayúdeme usted. Le hago la solicitud formal ante el mundo; permítame ir a hablar con Marulanda en Colombia», manifestó.

Aseguró que Nicolas Sarkozy y Evo Morales están dispuestos a acompañarle y que Marulanda ya ha fijado el lugar de la reunión, el Caguán. «Lo que tiene que hacer es apartar las fuerzas militares, no sé, unos kilómetros, asegurarnos que no habrá incursiones por unos días, no sé cuántos, ya lo hablaríamos», insistió Chávez.

Pero la respuesta del Gobierno ha sido negativa. Antes del pronunciamiento de Uribe, su asesor presidencial, José Obdulio Gaviria, calificó de «imposible» un despeje porque, a su juicio, «sería una violación a los derechos de los ciudadanos colombianos y a la propia soberanía del Estado». «Cuando las organizaciones guerrilleras se refieren al despeje, están hablando de política. Ellos buscan logros, pretensiones e intereses políticos», destacó.

Por su parte, el presidente francés Nicolas Sarkozy expresó su disposición a viajar a Colombia. «Creo que no lo dudaría si es útil y se produce en un buen momento», señaló el portavoz presidencial David Martinon.

Aunque confirmó que Sarkozy y Chávez han hablado «en varias ocasiones», no desveló si en la conversación mantenida el sábado concretaron algo. Sólo comentó que «cuando alguien se presenta para ayudarte hay que tomar la mano que te tiende».