Los conservadores del partido Nueva Democracia (ND) ganaron las elecciones legislativas de ayer en Grecia al obtener casi el 45% de los votos frente al 39% logrado por el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok).

«No estamos contentos de haber perdido una parte del apoyo de los ciudadanos pero el próximo mandato gobernaremos mejor», declaró el ministro de Interior, Prokopis Pavlopoulos, tras conocer los primeros resultados con el 25% de los votos escrutados.

En la misma línea se pronunció el alcalde de Atenas, Nikitas Kaklamanis. «El Gobierno ganó bajo circunstancias muy difíciles. Desde luego, hay un mensaje para Nueva Democracia al que debemos prestar atención», manifestó mientras otros funcionarios gubernamentales minimizaron la aparente caída en el apoyo popular.

Los resultados coinciden con los sondeos a pie de urna difundidos por las cadenas griegas de televisión tras el cierre de los colegios electorales.

Al partido de ultraderecha Alarma Popular Ortodoxa (Laos), liderado por el eurodiputado xenófobo Georges Karatzaferis, se le atribuye un 3,5% de los votos, medio punto porcentual por encima del umbral requerido para acceder a la Cámara.

Los incendios registrados en agosto se convirtieron en el principal tema de campaña. ND, del primer ministro Costas Karamanlis, defendió lo que, desde su punto de vista, fue una «magnífica campaña» de respuesta al desastre. Su contrincante, el ex ministro de Asuntos Exteriores, Giorgos Papandreu, acusó al Gobierno de «negligencia».

Tanto Karamanlis como Papandreu son miembros de familias poderosas que han dominado la política griega durante medio siglo.

Durante la campaña, Karamanlis descartó formar coalición con ningún otro partido si no ganaba suficientes votos y los comicios daban como resultado un Parlamento sin mayoría para nadie.