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Adiós del gran capitán

Scola se despide del baskonismo «sin descartar» volver algún día

El pívot porteño, que está en Gasteiz para decir adiós al club y a la ciudad, tuvo palabaras de enorme agradecimiento por el trato recibido. Josean Kerejeta se mostró convencido de que volveremos a verle jugando con la camiseta del Tau «tras triunfar en la NBA»

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Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

Aceptando la invitación que le ofreció Josean Kerejta, Luis Scola dejó ayer abiertas las puertas a un posible regreso al Baskonia una vez que haya triunfado en la NBA, el sueño por el que tanto ha luchado y que comenzará a convertirse en realidad en noviembre. «Nunca se puede descartar nada y mucho menos volver a un sitio en el que me he sentido tan a gusto», declaró el pívot bonaerense.

Y es que, en el día de su «penúltima» rueda de prensa conjunta, el presidente baskonista se negaba a dejar de gozar con el hecho de tener Scola en su club. «Yo sé que no es una despedida, sé es un hasta luego porque estoy convencido de que, una vez que pasen los años en los que estoy seguro que va a triunfar en la NBA, todavía le quedarán fuerzas para venir a Vitoria a jugar algún año más, porque es un jugador que siempre se ha cuidado muchísimo, que tiene un buen físico y estoy convencido de que volverá, aunque ya no estoy tan seguro de que yo siga siendo el presidente».

En este sentido, Kerejeta explicó que el club no se ha guardado los derechos ni ninguna prioridad sobre el jugador en caso de que vuelva a Europa «porque no hace falta. Si Scola regresa algún día al continente seguro que lo hará al Baskonia».

Al concluir un verano especialmente convulso y movido en el que se ha fraguado su pase a la mejor liga del mundo y después de conseguir con su selección la clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín, Luis Scola quiso estar en Gasteiz para despedirse del club y de la ciudad en la que se convirtió en uno de los jugadores más importantes del continente. Emocionado y agradecido, al pívot porteño no le alcanzaron «las palabras para mostrar todo lo que siento por toda la gente y por todos los amigos que he dejado aquí».

Respondiendo al tópico sobre sus peores y sus mejores momentos en estos siete últimos años, Luis Scola quiso quedarse únicamente con estos últimos y, lógicamente fueron los títulos conseguidos los que mejores recuerdos le han dejado. «Es difícil hablar del mejor momento, porque tengo muchísimos, pero los mejores fueron los títulos. En mi caso cada uno fue especial y fue diferente, pero si tengo que elegir uno me quedo con los que ganamos en casa. La Liga creo que fue el que más disfrutamos todos».

La influencia de Ivanovic

En el capítulo de agradecimientos, no quiso olvidarse de nadie pero tuvo claro cuál ha sido el entrenador más importante en su carrera. «He aprendido mucho de todos los entrenadores que he tenido. Pero Dusko, evidentemente, ha sido un antes y un después para mí. Me ha enseñado muchas cosas, cómo vivir día a día esta profesión de una manera muy distinta de la que tiene todo el mundo y eso me ha ayudado muchísimo en mi carrera», señaló.

Preguntado por el vacío que va a dejar en lo deportivo, Scola se apuntó al discurso oficial de que el equipo siempre se ha repuesto. «Cuando se va un jugador o pasa algo transcendental da la sensación de que van a cambiar muchas cosas. Pero yo no creo que vayan a cambiar muchas cosas en el club en cuanto a resultados, perdimos jugadores importantes pero el club ha seguido teniendo resultados importantes, compitiendo y ganando a todos los niveles y va a seguir pasando».

También tiene claro quién ejercerá su papel en el pick and roll con Prigioni. «Pablo es capaz de hacer jugar bien a cualquier jugador. Hace muy bien el pick and roll y no va a tener problemas para encontrar a alguien que se aproveche de ello. Evidentemente, Tiago tiene todos los papeles, porque se conocen, tiene unas grandísimas manos, se mueve muy bien y enseguida le cogerá el gusto a meter puntos fáciles y lo hará muy bien».

Confía en sus posibilidades ante el desafío de ser «rookie» a los 27 años

A partir de noviembre, Luis Scola verá cumplido el sueño con el que llegó a Gasteiz con 17 años, ya que será «rookie« (novato) en la NBA con 27 años, una edad algo tardía para dar el salto. Sin embargo, el porteño está muy confiado en sus posibilidades y entiende que, lejos de un obstáculo, toda la experiencia adquirida le será beneficiosa para afrontar el cambio.

«Soy una persona que siempre tuve mucha confianza en mi trabajo y en mí mismo. Eso es necesario ante un salto tan grande. Hay muchos factores, pero el trabajo está por delante de todo y voy a trabajar de la forma más profesional posible», declaró.

Su rol, con estrellas del relumbrón de Yao Ming o Tracy McGrady a su lado, será muy distinto, pero Scola va mentalizado a que «habrá que hacer otras cosas. Más que difícil, será un cambio muy grande, pero no tiene porqué ser díficil. Es un desafío para mí y como tal lo tomo. Tengo ganas de progresar y de trabajar, ahora me va a tocar aceptar otras funciones e intentaré aprender la mayor cantidad de cosas y ser mejor cada día, ayudando al equipo». Aunque no quiso hablar mucho de lo que pueden dar los Rockets -por su desconocimiento de la liga-, el ex baskonista explicó que la expectativa es muy alta en Houston.

Su salto se dilató más de lo esperado, y Scola vio cómo varios compañeros fueron a la NBA antes que él. «He tenido algún momento malo, pero siempre fuera de las temporadas, una vez que empezaban no me molestaba. Los bajones no eran porque iban otros, eran mis amgos y me alegraba, pero el tema de fechas y de reglas es tan diferente que resultaba tensionante», reconoció el argentino.

Jon ORMAZABAL

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