Pese a UPN, Iruñea homenajea a sus 297 fusilados 70 años después
Siete décadas han tenido que pasar para que el Ayuntamiento de Iruñea «reconozca y homenajee» a los 297 vecinos fusilados en 1936, entre los que había nada menos que seis ediles. UPN se abstuvo, pese a que NaBai y PSN facilitaron que se aprobara un texto genérico suyo.
Ramón SOLA |
Algunos descendientes de fusilados agradecieron de viva voz o dejaron escapar lágrimas al mediodía de ayer, cuando, 70 años después, el Ayuntamiento de Iruñea aprobó por fin un texto de «recuerdo y homenaje» a nada menos que 297 ciudadanos iruindarras, entre ellos seis concejales del mismo Consistorio que se ha resistido a darles el reconocimiento hasta ahora. Todavía ayer, los concejales de UPN se abstuvieron ante las mociones confluyentes de Nafarroa Bai, PSN y ANV. Y todavía hoy seguirá pendiente un acto de homenaje a aquellos seis representantes municipales abatidos a tiros: la propuesta de la izquierda abertzale no salió ade- lante. Sí lo hizo otra de Nafarroa Bai consistente en colocar una placa de recuerdo en la Vuelta del Castillo, donde se realizaron muchos fusilamientos.
UPN decidió de nuevo quedarse al margen de la moción, y eso que tanto NaBai como el PSN le hicieron un guiño al decidir apoyar el texto alternativo de la formación de Yolanda Barcina, que hacía una condena genérica de «la violencia» y «todos los totalitarismos» y trataba de equiparar a los muertos de los dos bandos pese a que en Nafarroa hubo más de 3.300 víctimas republicanas, socialistas, comunistas, anarquistas o abertzales sin haber existido siquiera frente de guerra.
Iribas: «Perdió la sociedad»
NaBai y PSN pidieron que, en correspondencia con la aceptación de este anexo, UPN dijera sí al texto principal, pero la formación derechista se abstuvo. José Iribas esgrimió que hubo víctimas de los dos bandos y «fue toda la sociedad navarra la que perdió en esa guerra». Elogió el tono de los discursos de NaBai y PSN, y tildó por contra de «penoso y reprobable» el de Mariné Pueyo, a quien negó legitimidad moral. La concejala de ANV había incidido en que no sólo se requiere reconocimiento, sino también justicia, y subrayó que «esto fue un auténtico genocidio ideológico».
Desde el PSN, Maite Esporrín consideró que «es cuestión de justicia reconocer y honrar a quienes perdieron la vida sin justificación alguna». Y Txema Mauleón, por parte de NaBai, añadió que «no podemos mirar para otro lado ni argumentar que esto queda lejos. Para pasar página hace falta haberla leído».
Pero la intervención más emotiva llegó desde el público, cuando Mirentxu Agirre, representante de la Asociación de Familiares de Fusilados e hija del alcalde de Lizarra fusilado en 1936, se dirigó a los concejales: «No os escudéis en que no merece la pena revolver el pasado. Se nos ha negado el duelo. Hoy seguimos buscando a nuestros familiares en las cunetas».
La moción hará que se coloque una placa en la Vuelta del Castillo -el escenario de los fusilamientos- y que el Ayuntamiento apoye finalmente con 30.000 euros el Parque de la Memoria de Sartaguda.