Txema Burgos, bien acompañado de sus «favoritos», hizo ayer balance de Hiru Espazio (3e), que ha tenido una programación de exposiciones mensual durante el año pasado, salvo en verano. «Nos ha ido bastante bien, estamos contentos en cuanto a ventas y propuestas jóvenes. Este año vamos a continuar con la misma política, aceptando propuestas de gente nueva y veterana con la que trabajamos», refirió Burgos.

De cara al curso que se inicia, la inauguración está en manos de Ramón Zumalabe, Fernando Biderbost y Joaquín Lara, «coincidiendo con el aniversario del local. El próximo mes inauguro la propuesta `Trece y yo', con un montaje que voy a hacer en la sala», continuó explicando Burgos, antes de dar cuenta de próximas exposiciones. «En noviembre viene Pablo Gallo, un autor gallego que trae pintura y cosas muy sugerentes; en diciembre vuelve Ramón Zumalabe; enero será el mes para gente joven, estudiantes de Bellas Artes, con vídeo-instalaciones y fotografía; ya en primavera vendrá una pintora griega».

La elección de Biderbost, Zumalabe y Lara tiene que ver con que «soy un amante de su obra, son mis favoritos y gente, además, muy trabajadora, que vende muy bien. Hemos llegado a acuerdos maravillosos. Su trabajo me fascina, quizá porque es muy diferente al mío. De alguna manera, también, nos echamos una mano porque viendo que son unos monstruos, hasta ahora han estado aquí en Bilbao y nadie les ha hecho caso, algo que me parece un poco triste».

Su relación con los tres autores sirve a Burgos para analizar la falta de espacios. «Tenemos gente maravillosa que tiene que ir fuera a buscarse la vida y dar la `chapa' a las galerías de aquí, sin que prácticamente ninguna les haya hecho caso; alguno de ellos ha trabajado hace años con alguna galería, pero no lo han vuelto a hacer».

Música, homenaje, cuadritos

En cuanto a la obra expuesta hasta el 11 de octubre, Burgos explicó que «Biderbost ha buscado obra, música, acondicionándola al espacio, un total de 18 cuadros, mientras Ramón ha hecho también una cosa especial, un homenaje a su mujer, Maruja. Joaquín ha traído unas piezas muy bonitas, diez obras enfocadas a la plástica que nos rodea en la ciudad, que incluye esos cuadritos chiquititos que hizo pensando en su hija, para que vaya conociendo el arte, cuadritos para niños que se podrían, incluso, comercializar para colocar en los vehículos».

Una de las características de 3e es el foso que sirvió para reparar vehículos cuando el local fue un taller. Es, de alguna manera, el motor del espacio. «El autor se fija mucho y se rompe la cabeza para trabajar algo dentro. Hemos podido ver obras como la rata que metió Fernando (Biderbost) o el vacío que hizo Ramón (Zumalabe). Benito Valladares lo llenó de agua con a-ceite y puso un hombre que se estaba ahogando», dijo Burgos.

Aunque en la mañana de ayer no era todavía visible, Txema Burgos ha preparado un montaje audiovisual en torno al foso que iba a quedarse instalado a partir de la tarde.

Hiru Espazio tiene también vocación social. De hecho, no todo han sido alabanzas. «He oído de todo, hemos tenido apoyo, pero también nos viene bien poner verde al de al lado». Los locales abiertos en San Francisco dibujan un barrio que «se va animando. Es un barrio duro, nos han robado dos veces y eso intimida, pero aquí estamos todos para luchar y hacer frente a nuevas propuestas. Tenemos talleres en los que se implica la gente que expone y mantenemos talleres de plástica para críos del barrio. Ahora nos estamos `juntando' negocios de la zona para organizar actividades fuera de nuestras propuestas de aquí, hacia el barrio».