Hace casi diez años «Hora punta» fue un sorprendente e inesperado éxito de taquilla, por cuanto esta comedia de acción no hacía más que retomar la vieja fórmula de las buddy movies, películas con parejas policiales formadas por elementos antitéticos o de distinta raza, como es el caso del chino Jackie Chang y el afroamericano Chris Tucker. La tercera entrega repite fórmula con idénticos protagonistas dirigidos nuevamente por Brett Ratner, con el único cambio de las localizaciones parisinas, por aquella de dar un aire cosmopolita a la saga. Lo primero que hacen al llegar a la ciudad Chang y Tucker es ponerse a cantar el «Lady Marmalade» de Patti Labelle, cuyo estribillo para ligar es lo único que saben en francés. El villado de la función es el veterano Max Von Sydow, que a estas alturas está por encima del bien y del mal. De inspector a lo Clouseau hace nada menos que un gamberro Roman Polanski, acostumbrado a los papeles alimenticios.