El juez de la Audiencia Nacional española Fernando Grande-Marlaska ha ordenado la comparecencia en calidad de testigo del fotógrafo que se negó a entregar el material gráfico que obtuvo en la manifestación del pasado sábado en Girona, en la que quemaron decenas de fotografías de los reyes. En la citación, el juez le advierte que acuda en compañía de un abogado ya que le podría imputar un delito de «desobediencia».

En contra de este requerimiento, 70 periodistas se concentraron en Girona, que durante cinco minutos dejaron en el suelo sus cámaras fotográficas y de televisión. Esta protesta a favor de la libertad de expresión y el secreto profesional coincidió con una nueva convocatoria de las Candidatures d´Unitat Popular (CUP) en solidaridad con el segundo joven que hoy deberá comparecer ante el magistrado Santiago Pedraz como imputado por un delito de «injurias graves a la Corona», castigado con penas de entre seis y dos años de cárcel.

Los Mossos d´Esquadra le acusan de haber rociado con gasolina la fotografía de los monarcas españoles durante una movilización de protesta ante el Ayuntamiento por la visita de Juan Carlos I que acudió a la inauguración del Parque Científico y Tecnológico de la ciudad.

Por este motivo, la pasada semana ya fue citado a declarar otro joven que quedó en libertad sin fianza. La Fiscalía pedía una fianza de 10.000 euros.