La fortaleza del sector industrial ha sido una de las características más destacadas de la Cumbre Industrial y Tecnológica que se ha celebrado en tres de los seis pabellones del BEC de Barakaldo esta semana. Junto a esa realidad, manifestada por los organizadores y los propios expositores, también se ha demostrado la capacidad tecnológica de las empresas vascas para adaptarse a los nuevos retos. La globalización está provocando un cambio en el pensamiento filosófico de las empresas. Hace unos años eran centros de poder «cerrados y poco abiertos» a salirse de su guión industrial. Sin embargo, se están produciendo «cambios necesarios», como recocieron a GARA varios de los expositores, porque lo fundamental es «adaptarse a los nuevos retos» y, sobre todo, a la «competencia» que significan los países del sureste asiático, encabezados por China. Estar en un certamen como el de Barakaldo es sinónimo de ser una empresa puntera y, sobre todo, tener acceso a un escaparate internacional que abre la puerta a nuevos contratos y contactos.

Según el consejero delegado del BEC, José Miguel Corres, «las empresas vascas han trabajado bien y hemos constatado que mantienen importantes cargas de trabajo para el futuro inmediato». El sector, a juicio del responsable del BEC, «marcha bien» y «goza de buena salud», como también señaló la consejera de Industria del Gobierno de Lakua, Ana Aguirre, en la inauguración del evento.

En la Cumbre Industrial y Tecnológica de esta edición se han dado cita 1.144 firmas de los sectores más relevantes relacionados con los proceso de fabricación. Treinta y tres países estuvieron representados, entre ellos, Alemania, China, Estado español, Estados Unidos, Estado francés, Holanda, Italia, Portugal, Gran Bretaña, Suecia y, por primera vez, Suiza. Un 57% de la representación correspondió a subcontratación industrial. La fundición, la forja, la laminación y el tratamiento de superficies tuvo un hueco importante, pero la soldadura y los automatismos y la electrónica también ocuparon una parte importante de la exposición.

La delegación suiza, que por primera vez ha participado en la cumbre y, según explicó su portavoz a GARA, «nuestra industria de fabricación de maquinaria goza de una excelente salud y es competitiva». De hecho, en 2006, según los datos aportados, las exportaciones suizas de maquinaria aumentaron un 14%, superando los 43.000 millones de euros.

Rafael Barrenetxea, vicepresidente de MCC y director general de Danobat, explicó que las cooperativas industriales del grupo subcontrataron en 2006 por un valor de 600 millones, un 12% de la facturación del área industrial, y mantuvieron 25.000 empleos. «La subcontratación es un gran aliado y un área muy importante para el tejido industrial», precisó. Avanzó que «el futuro que tenemos es importante. Es cierto que las alarmas se encienden cada vez que hablamos de Asia, pero tenemos que prepararnos bien porque tenemos conocimiento, experiencia, calidad e imagen para hacer frente a la alta competencia». A juicio de Barrenetxea, la cercanía con los países más desarrollados de Europa «nos catapulta».

Rafael Barrenetxea, que recibió el II Premio Nexo, señaló que «se debe producir una colaboración entre empresas y subcontratistas para lograr un eje común. Los talleres se tienen que internacionalizar más para avanzar», precisó.

El que fuera máximo representante de la Asociación de Máquinas-Herramienta explicó la importancia de la subcontratación en la fabricación de una máquina, porque «el 61% de su valor supone la compra de materiales y la subcontratación». Reconoció el momento óptimo de la industria vasca de máquinas-herramienta y señaló que «las empresas tienen cubierta la cartera de pedidos hasta enero o febrero de 2009», por lo que auguró que 2007 será «un buen año», pero también, «el próximo 2008. Tenemos grandes posibilidades de tirar hacia adelante, aunque no debemos dormirnos».

Fidel Gómez, responsable de la Bolsa de Subcontratación de la Cámara de Comercio e Industria de Araba, encabezaba la delegación de un grupo de empresas alavesas en el BEC. Más realista sobre el futuro de la industria, Gómez expresó que «el sector está instalado en una situación de incertidumbre. Estamos en un buen momento y hay actividad, pero no todo lo que brilla es oro. El hecho de haberlo pasado mal en algunos momentos ha obligado a muchas empresas a especializarse, han reducido los costes y se han abierto a más mercados para competir».

El responsable de la Cámara de Comercio de Araba reconoció que «hace diez o quince años se creía que abrías una línea de mercado y estaba garantizada, pero en este momento hay que peleárselo mucho».

Fidel Gómez viaja mucho con las misiones comerciales y reconoce el buen nivel de innovación de las empresas. «Ofrecen calidad y estamos consiguiendo competir en costes y transformando los negocios hacia campos más rentables como la energía eólica. Es cierto que China y la India son competidoras, aunque tienen poco especialización», dijo. Puso como ejemplo que «si fabricas tornillos convencionales es muy difícil producirlos aquí porque los chinos te dejan el tornillo más barato que, incluso, la materia prima que tu necesitas comprar. Sin embargo, las empresas alavesas han sabido dar la vuelta a esa situación y alguna que hace tornillos se ha especializado en un tipo de calidad y ya vende en Finlandia, Francia y Alemania cuando parecería que es carne de mercado chino».

Materias primas carísimas

En ese sentido, José Luis Hernández, de Fundiciones Aizpurua, de Oiartzun, confirmó la bonanza económica del sector, pero no entiende las subidas desorbitadas de las materias primas como el cobre y el níquel. En este caso, recordó que estos cambios bruscos obligan a variar los sistemas y productos, ya que se dedican a piezas grandes, área en la que no hay tanta competencia y se puede repercutir los elevados precios de las materias primas. Esta fundición acordó elevar un 37% los precios de 2007, pero se han encontrado con un aumento de más del 60% en las materias primas fundamentales para su proceso de fabricación.

Santiago Rupérez, de Imeguisa, de Ormaiztegi, explicó que la innovación es una de las maneras de alcanzar el éxito. Esta empresa, que se dedica a automatismos, reconoció que el mercado marcha bien en estos momentos y prevé que en 2008 seguirá de forma positiva. No obstante, el responsable de Imeguisa reconoce que la incertidumbre está presente en el mercado a nivel mundial por la crisis financiera.

Sin embargo, en la Cumbre Industrial y Tecnológica también había empresas vascas que habían nació en Ningbo, en China. Es el caso de Ekartek. Gorka Garmendia, socio de la empresa, explicó a GARA que «subcontratamos fundición y forja. Tenemos un pabellón de 5.500 metros para mecanizar con know how vasco. Estamos trasladando tecnología a China para poder fabricar con la calidad de aquí, pero con los precios de allí».

Garmendia explicó que «suministran piezas a empresas como CAF». Es de la creencia de que «allí se puede producir con calidad. Somos de la creencia que las cosas se pueden hacer bien y mal. Hay que conocer a los chinos, cómo piensan, cómo trabajan y estar encima. Una vez que conoces esos secretos, se puede conseguir una buena calidad también en China». El socio de Ekartek Precision Machining reconoció, sin embargo, que «todavía les sacamos mucha ventaja, pero en maquinaria se están poniendo las pilas. Están subiendo mucho, igual que India, Taiwan y Corea. No soy de los que opinan que dentro de diez años van a ser los principales productores de calidad, porque les falta mucho en aptitud y en mentalidad. Pero sí que veo que no se están durmiendo».