Representantes comunitarios han subrayado que las subvenciones aportadas por EEUU durante el periodo 2004-06, que cifran en 5.000 millones de dólares, permitieron reducir el precio de las aeronaves de Boeing en algunos mercados y dañaron las actividades de su competidor. Sobre esta actuación se ha sustentado la primera audiencia de la denuncia de la Unión Europea a Estados Unidos por las aportaciones públicas a la compañía estadounidense Boeing que se ha celebrado en la sede de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en Ginebra.

La UE denuncia que, en total, durante los últimos quince años, Boeing ha recibido 23.700 millones de dólares de aportaciones públicas.

La ofensiva de los europeos se centra sobre todo en las ayudas procedentes de la agencia aeroespacial NASA y del departamento de Defensa estadounidense para investigación y desarrollo que, según el bloque comunitario, se han elevado en los últimos tres lustros a 13.000 millones de dólares, que EEUU cifra en 1.000 millones.

Ni esa cifra ni otras cuestionadas durante el proceso han sido sustentadas por los estadounidenses con pruebas.

En julio de 2005, EEUU y la UE se denunciaron mutuamente ante la OMC por las ayudas que Bruselas y Washington habían concedido a Airbus y Boeing, sus respectivas empresas aeronáuticas, que mantienen una férrea competencia y una situación de duopolio.

Reestructuración

La enésima disputa entre ambos competidores se produce en vísperas de una importante reducción de empleos que el fabricante europeo inicia mañana en el Estado francés, después de que el comité de empresa aprobara las medidas sociales de acompañamiento del plan de reestructuración «Power 8».

Fuentes sindicales explicaron que todas las centrales, salvo la CGT, aprobaron esas medidas de acompañamiento de las 1.138 supresiones de empleo programadas en el Estado francés.

El principal dispositivo social asociado a las disminuciones de puestos de trabajo es un sistema de prejubilaciones financiado por la empresa. A eso añaden sugerencias para que algunos empleados opten por el tiempo parcial, recolocaciones y movimientos internos del personal.

El representante de CGT Xavier Petrachi justificó la oposición de su sindicato en que hubieran querido que las prejubi- laciones estuvieran abiertas a todos los trabajadores, y no sólo a los ejecutivos, y porque los puestos suprimidos no van a ser reemplazados con nuevas contrataciones.

Queda pendiente la segunda parte de «Power 8» -con el que el grupo europeo pretende lograr un «ahorro» de 5.000 millones de euros de aquí a 2010-, que es la venta de media docena de factorías en el Estado francés, Alemania y Gran Bretaña.