Para mí, en televisión, solamente hay un informe, el «Informe semanal» con el que nos fueron creciendo los dientes, la barba y las calvas. Sigue en la parrilla de TVE, aunque puede ser algo pasajero porque los actuales responsables (es un decir), dan muestra diariamente de una capacidad autodestructiva que puede pasar a los anales del ente, y hay que insistir en que el susodicho ente tiene una historia plagada de desvaríos, renuncias, dislates y aciertos, que también los ha tenido, y muchos, y continuados, y el antes citado espacio de reportajes semanales es uno de ellos, y esperemos que los actuales banalizadores y desactivadores de la noción de entidad de servicio público no les dé por pasar a la historia de la infamia televisiva cambiando el programa por otro hecho por sus amigos y conocidos.

Y es que se van a cargar, es decir, se han cargado ya, «Línea 900», uno de los mejores programas de la televisión pública estatal en las últimas décadas. Y lo hacen con la desvergüenza habitual, alabándolo, diciendo que es estupendo, pero dándole el cerrojazo y colocando otro de similares contenidos pero de baja intensidad, realizado por los nuevos autómatas del ente, esos seres sin pasado, y no sabemos si ombligo, que hacen lo que les manden aunque no tengan ni la más remota idea de lo que quieren hacer y cómo lo quieren hacer. Se llama desmovilización interna, es un intento de amortizar todo aquello que tenga algo de criterio, para crear funcionarios audiovisuales del entretenimiento y la propaganda, con puesto de trabajo en precario.

Yo quería hablar de uno de esos miles de informes que la televisión produce directa e indirectamente, desde los ámbitos de la sociología, la economía, la sicología o por la «informatitis» recreativa que padecen muchos. El último informe apocalíptico es de la revista Consumer Eroski (perdonen la risa floja), y asegura que los anuncios televisivos dirigidos a los niños y niñas propician la obesidad. Claro, ellos, para combatir el Mal, van a quitar de sus estanterías todos los productos anunciados y que son nefastos para los niños y niñas. Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas.