Maider IANTZI - Rebeka CALVO

Todos estaban allí, nadie quería perderse la última oportunidad de cruzarse con alguna gran estrella del celuloide en los pasillos del hotel. Los premiados llegaban con cuentagotas mientras los curiosos se agolpaban en las inmediaciones.

Pero no todos pudieron asistir a recibir su premio; Blanca Portillo, la flamante ganadora de la Concha de Plata a la mejor actriz por su papel en «Siete mesas de billar francés», estaba trabajando en su obra de teatro. Tampoco pasó por allí Nick Broomfield, galardonado con la Concha de Plata al Mejor Director por «Battle for Haditha». Ni el delicado Henry O, protagonista de «A thousand years of good prayers» y ganador de la Concha de Plata al Mejor Actor.

Fue Eduardo Noriega, miembro del jurado oficial de este año, quien rompió el hielo ante los medios explicando, de manera precipitada, cómo fue el proceso de selección: «Ha habido muchas discusiones, nos ha costado mucho decidir, pero estábamos de acuerdo con las tres películas que íbamos a elegir (Concha de Oro, Premio Especial y Mejor Director). Estuvimos cinco horas reunidos para que los filmes que más nos interesaron estuvieran nombradas de alguna manera por el jurado».

Al parecer la que acaparó más interés fue «A thousand years of good prayers» del simpatiquísimo director estadounidense de origen chino Wayne Wang. Abierto y afable con los medios, aseguró sentirse contento con el premio a la Mejor Película y añadió que «no todas las películas son historias grandes. Lograr contar pequeñas historias es muy difícil; es difícil que se produzcan, que los festivales las apoyen, pero también es muy especial». También recordó uno de los momentos más especiales de esta edición, la protagonizada por el presidente del Jurado Oficial, Paul Auster. Un simple desayuno ha logrado unir a estos dos grandes del cine que no se hablaban desde hace 7 años.

Doblete de Querejeta

Una de las más esperadas llegadas fue la de Gracia Querejeta que con su a la vez divertida y dramática «Siete mesas de billar francés» se lleva para casa el premio del jurado al Mejor Guión junto con John Sayles por «Honeydripper». «Son dos premios bueno para la película; si una película tiene el guión y una actriz premiada yo creo que animará a la gente a ir a verla», aclaró Querejeta. Algo que suscribió un «orgulloso» David Planell, co-guionista del filme.

John Sayles, que reconoció que no tuvo tiempo de ver el trabajo de Querejeta, consideró «muy agradable» el premio e insistió en que ha sido un buen augurio, dado que se trataba de la presentación europea de la película. Sayles coincidió en la terraza con la benjamín de una saga de cineastas iraníes, los Makhmalbaf. Hana se ha hecho con el Premio Especial del Jurado por «Buddha collapsed out of shame» y notificó que su padre Mohsen ya conocía la noticia: «Estaba trabajando en un guión nuevo y estaba muy contento».