El PSOE marca el terreno a Ibarretxe desde el día después de fijar fecha para su primera consulta: 25 de octubre de 2008. La vicepresidenta del Gobierno español y su ministro de Interior, los números dos y tres del PSOE y el máximo líder del PSE esgrimieron ayer un discurso prácticamente calcado: no aceptan la votación porque la consideran inconstitucional, aunque mantienen abierta la puerta al diálogo con el lehendakari.

María Teresa Fernández de la Vega, número dos del Gobierno de Zapatero, argumentó que «dentro del camino que marca la Constitución y la ley cabe el diálogo; fuera, nada». Esto es lo que el presidente español dirá a Ibarretxe cuando se reúnan. El Ejecutivo se limita de momento a atacar la consulta por cuestiones de forma («las reglas que marca el Estado de Derecho no se pueden saltar a la torera», dijo ayer De la Vega). Preguntada sobre si cabe un pacto como el propuesto por Ibarretxe, eludió mojarse: «El único pacto del Gobierno es con los ciudadanos y el Estado de Derecho, y no hay plan Ibarretxe que lo rompa».

Su compañero de gabinete Alfredo Pérez Rubalcaba abundó en lo mismo: «La consulta está destinada al fracaso porque no cabe pactar con el presidente del Gobierno nada fuera de la Constitución», explicó en una celebración policial en Mallorca. «No puede convocar un referéndum porque no tiene competencias para hacerlo», precisó el ministro de Interior, que luego recurrió a la ironía para manifestar que «lo único válido de su plan es el punto tercero, el que dice que disolverá el Parlamento y convocará elecciones [en el caso de que la Cámara de Gasteiz no aprobara su consulta el próximo mes de junio]. Ese, sí», ratificó.

En cualquier caso, Rubalcaba no pareció mostrarse muy preocupado, porque a continuación aseguró que «estamos ante una estrategia electoral y como tal conviene que la tratemos».

«El disco de cada cuatro años»

También desde el ámbito estatal dijeron no a la consulta dos máximos responsables del PSOE. Su presidente, Manuel Chaves, afirmó desde Sevilla que el lehendakari «se quiere poner por montera la Constitución y el Estado de Derecho, y desde luego el Gobierno no lo va a permitir nunca».

El secretario de Organización, José Blanco, añadió que «nada se podrá hacer al margen de la Constitución y de la ley». Pero, como Rubalcaba, también él ve objetivos electorales: «Es el disco que Ibarretxe saca cada cuatro años de la disquetera. Es la misma música de siempre, siempre lo hace cuando tiene un problema electoral, porque no tiene claro que vaya a ser de nuevo candidato».

Patxi López, secretario general del PSE, habló igualmente en un tono inusualmente alto. Avisó de que «el Estado de Derecho tiene mecanismos democráticos suficientes como para impedir que nadie, tampoco el lehendakari, cometa ninguna ilegalidad». López se expresó así en un acto con «niños de la guerra» en Gernika, y aprovechó para reivindicar fórmulas como el Gobierno Vasco de 1936: «Entonces había allí una coalición entre diferentes, que ayudó a estos niños. Ahora vemos lo contrario».