«Con normalidad». Así se expresaba ayer tarde el alcalde de la localidad, Asier Agirre, de ANV, al referirse a la encuesta -«que no consulta, como se ha escrito», matizaba- que sobre el Tren de Alta Velocidad, y desde el viernes y hasta las ocho de esta tarde, se viene llevando a cabo entre los casi 1.300 habitantes censados en este municipio alavés. Este domingo podrán expresar su opinión los vecinos del casco urbano, apenas el 30% de la población total, y los de dos barrios más. Tanto el viernes como el sábado, la encuesta se llevó a cabo en otros núcleos del valle, aprovechando que este fin de semana se eligen en las urnas los alcaldes pedáneos.

Agirre aclaró que al Ayuntamiento que preside no ha llegado ninguna instrucción que prohiba esta consulta. El Juzgado de lo Contencioso número 2 de Gasteiz acordó el viernes la suspensión del acuerdo municipal que -con los cinco votos de ANV y también el de EA, frente al rechazo de los tres del PNV- proponía conocer la opinión de sus vecinos sobre el proyecto del TAV que discurrirá por su término municipal. Dicha medida cautelar había sido solicitada al juez por el delegado del Gobierno español Paulino Luesma. «Aquí no ha llegado ninguna comunicación», respondió tajante, al tiempo que reiteró que se trata de una encuesta y no de una consulta, por lo que ni siquiera tiene un carácter vinculante. «Consultamos; el que quiere responde. No podemos ir a ningún lado porque la ley no nos permite hacer nada con esto, es simple información», agregó.

Respecto a la participación vecinal, que deben acompañar su opinión favorable o no al TAV con sus datos personales -los del censo no han podido ser utilizados-, el primer edil tan sólo señaló que «está siendo muy alta» y trasladó la comunicación de los resultados a este lunes. «La verdad es que está habiendo más ruido en los medios de comunicación, que aquí. Hemos salido hasta en la televisión de Andalucía», concluyó con cierta ironía Asier Agirre.