Garitano participó en el entrenamiento de ayer y entró en la lista de diecinueve convocados de Coleman
Con intención de aprovechar la ola
Los blanquiazules buscan en Xerez su tercera victoria consecutiva para confirmarse en los puestos altos de la clasificación
XEREZ-REAL SOCIEDAD
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Si en setiembre Donostia se vuelca con sus regatas de traineras y con su festival, la Real querrá aprovechar la ola de los últimos partidos y acabar el mes de cine con un cuarto triunfo en el quinto partido de Xerez que le permita confirmarse en la zona alta y alejar los negros nubarrones que rodeaban al club tras el trauma del descenso.
En el deporte, en general, es fundamental aprovechar las rachas y estirarlas al máximo. En la Segunda más todavía si se parte con el objetivo de ascender porque es tal el número de victorias que deben sumarse que lograrlas de tres en tres ayuda mucho. Además, la Real se encuentra en una línea positiva en la que los jugadores y los aficionados empiezan a encontrar la confianza que les faltaba y una victoria reforzará esa tendencia mientras que una derrota volvería a generar dudas.
Con buen criterio, Coleman no hará caso a Toshack y, como es normal cuando se está en una racha positiva, no cambiará nada si Garitano se encuentra bien. El medio centro se entrenó ayer y entró en la convocatoria y, si está en condiciones, la Real repetirá once y lo deseable es que eso y las últimas victorias permitan avanzar en la línea de compenetración y de mejora que lleva el equipo.
Coleman dio una lista de diecinueve en la que entraron Skoubo, Carlos Martínez y Mikel González tras superar sus lesiones en el lugar que ante el Elche ocuparon el lesionado Markel y los delanteros del filial Viguera y Agirretxe. El danés será el único que volverá en avión por prescripción médica, ya que los problemas de hernia discal del pasado año desaconsejan la vuelta de doce horas en bus.
La clave, tener el balón
Como dijo Coleman, la ida fue en avión y la vuelta en ningún caso puede ser una excusa de lo que pase esta tarde en un campo en el que el Xerez ha tenido problemas en este inicio liguero -un punto en dos partidos en casa-, sin ser fiel a su costumbre de comenzar fuerte los últimos años. Destacan más sus jugadores ofensivos que los defensivos, aunque hoy no podrán contar con su referencia atacante, Yordi, a pesar de que su club agotó todas las vías para intentar contar con su presencia.
Entre dos equipos que destacan en ataque, la clave estará en tener la posesión del balón para que el rival sufra en el trabajo que menos le gusta. El de Chapín es un estadio similar a Anoeta, con los aficionados lejos del césped. Aunque éste no está como el donostiarra, se puede intentar jugar con la misma soltura y confianza que ante el Elche. Si la Real acapara el balón e imprime un alto ritmo y velocidad a su juego, el Xerez sufrirá como lo hicieron los ilicitanos.
Bueno será que tras el partido los que le niegan méritos a este equipo hablen de un rival malo como lo hicieron del Elche a pesar de que hasta su llegada a Donostia no había encajado nunca dos goles y Numancia y Sporting, que ocupan plazas de ascenso, no fueron capaces de derrotarlo. Para ello habrá que jugar bien con el balón y sin él estar colocados juntos para evitar que el Xerez encuentre espacios que puedan aprovechar sus peligrosos jugadores atacantes.
Skoubo, que será el único que volverá en avión por prescripción médica tras su lesión de hernia discal del pasado año, Mikel González y Carlos Martínez entraron en lugar del lesionado Markel y de los jóvenes Agirretxe y Viguera.
El Xerez tendrá la baja por sanción de Yordi, su referencia ofensiva, y destaca por el buen nivel de sus jugadores de ataque y las dudas que ofrecen los defensivos. El club celebra hoy su sesenta aniversario y se espera una gran entrada.