El Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, consideró ayer que la misión de la OTAN debe seguir su curso a pesar de atentados kamikazes como el que ayer provocó alrededor de 30 muertos en Kabul.

«Debemos permanecer firmes, porque es un teatro de operaciones que no podemos abandonar», dijo Solana a los periodistas en un receso del Consejo Informal de Ministros de Defensa de la UE, que se celebró ayer en la ciudad portuguesa de Évora.

Los talibán golpearon ayer la capital de Afganistán con un atentado kamikaze contra un autobús militar que, según señaló el presidente del país, Hamid Karzai, causó la muerte a 28 soldados y a dos civiles, mientras que otras 29 personas resultaron heridas.

Un portavoz talibán, Zabiullah Muyahid, asumió la responsabilidad del atentado e identificó al kamikaze como un vecino de Kabul llamado Azizullah. El autobús se había detenido frente a una sala de cine para recoger a un grupo de soldados, cuando un hombre vestido de militar trató de subir al vehículo. Mientras revisaban su identidad, hizo estallar el explosivo que portaba, según la versión oficial.

Solana admitió que «sería el deseo de todos los implicados que las transformaciones en Afganistán se produjeran con mayor rapidez», pero aseguró que trabajos como el de entrenar al Ejército afgano «no pueden realizarse en un minuto».

Las declaraciones de Solana se produjeron al día siguiente de que el comandante en jefe de las fuerzas ocupantes, el general estadounidense Dan McNeill pusiera en duda que las fuerzas afganas pudieran mantener el terreno conquistado a los talibán. «Es probable que tengamos que repetir parte del trabajo», añadió.

Junto a ello, el general McNeill señaló que aunque la alianza militar de los estados con presencia en Afganistán «funciona bien», existen tensiones sobre el número de efectivos que cada ejército debe aportar.