GARA | PONTEVEDRA

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que la consulta «ilegal» que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, anunció para el 25 de octubre de 2008 responde a las «necesidades electorales» del PNV, como ya dijo la víspera su ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero, pese a ello, el presidente español advirtió a Ibarretxe de que «con la misma firmeza» que el Congreso español y las urnas rechazaron su «plan soberanista» en 2005 -el llamado Plan Ibarretxe-, las Cortes españolas volverán a «decir no» a este «error» si finalmente «intenta llegar a él».

«Cuando llegó al Parlamento le dijimos que no, con tantos votos como razones. Luego los ciudadanos en Euskadi en las urnas le volvieron a decir que no, y ahora pasará lo mismo: le diremos que no con razones y los ciudadanos en Euskadi le dirán también que no a propuestas equivocadas, sin sentido y que no favorecen en nada la convivencia ni el futuro de Euskadi, además de no respetar la legalidad», dijo Zapatero, antes de insistir en que todo ello ocurriría si el lehendakari «intentara llegar» a convocar la consulta. Ibarretxe la dio por segura el viernes en el Parlamento: sólo deja abierta la opción de que sirva para refrendar un acuerdo con el Estado o que, si éste no se produce, tenga como objetivo «habilitar» la reapertura de un proceso de búsqueda de solución al conflicto.

José Luis Rodriguez Zapatero se refirió al anuncio de Ibarretxe al día siguiente de que hasta cinco portavoces muy cualificados del Gobierno y del PSOE le dieran réplica. Lo hizo en el contexto de su intervención en la IV Fiesta del Campo que Uniones Agrarias celebró en Silleda (Pontevedra). El presidente del Gobierno español aseguró que con la propuesta que anunció el viernes en el debate de política general en Gasteiz, el lehendakari «se equivoca de país, de continente y de siglo, porque estamos -abundó a renglón seguido- en la España constitucional, la Europa unida y el siglo XXI».

Incidió posteriormente el jefe del Ejecutivo español en el contexto electoral al que, a su juicio, está sujeta la propuesta formulada por el lehendakari el pasado viernes y subrayó que el anuncio de la consulta «no es lo que necesita la sociedad vasca, sino las necesidades electorales de Ibarretxe».

«Una ilegalidad se subsana»

En la misma línea que lo declarado la víspera por su número dos, María Teresa Fernández de la Vega, el presidente español advirtió ayer a Ibarretxe de que «con la misma firmeza y serenidad» que en febrero del año 2005 su plan recibió el rechazo mayoritario del Congreso español, su nueva propuesta tendrá el mismo destino «porque prima la Constitución, el Estado de Derecho y la ley».

Abundó el máximo mandatario español en su opinión de que la consulta anunciada para octubre de 2008 «no es la respuesta adecuada» y añadió que «en democracia, si llega una ilegalidad, se subsana legalmente», al igual que, segun añadió, «un error político también se subsana».

El presidente del Gobierno del PSOE insistió a lo largo de su intervención sobre este asunto en que requiere una respuesta «serena y tranquila, sin exageraciones», y aprovechó su alocución ante agricultores gallegos para distinguir entre lo que él considera «malos políticos», aquellos que «exageran para elevar el precio de la victoria», en contraposición con los «políticos responsables», que son quienes aplican «sentido común para resolver los conflictos».

José Luis Rodríguez Zapatero añadió en este contexto que «este gobierno va a aplicar la ley como se hace en un Estado democrático, con firmeza para resolver conflictos, no para avivarlos como parece que quieren hacer algunos».

El secretario general del PSE, Patxi López, por su parte, bajó notablemente el tono de la reacción que tuvo la víspera, para afirmar ayer que «aunque existen mecanismos legales y políticos suficientes para parar la iniciativa del lehendakari Ibarre- txe, no va a hacer falta recurrir a ellos porque el rechazo principal a la misma va a venir de la propia sociedad vasca». López fue protagonista de una entrevista en la Cadena Ser en la que el líder del PSE -lejos de aludir a los «mecanismos democráticos del Estado de Derecho» que servirían «para impedir que nadie, tampoco el lehendakari, cometa ninguna ilegalidad», como hizo anteayer en Gernika- incidiera en que «la sociedad vasca no le va seguir en su deriva de ruptura, de vuelta al pasado, de enfrentamiento, de división y fractura social permanente».

El secretario general del PSE se mostró convencido de que «la gente de la calle le ha dado la espalda a Ibarretxe directamente» y «sabe que por ahí no va a ninguna parte», de modo que «el lehendakari no va a hacer nada porque no es posible».

«¿Un país o un puzzle?»

A su juicio, «la misma legitimidad que tenga para realizar la consulta Ibarretxe será la que tengan otras instituciones, como las Juntas Generales de Álava, o los ayuntamientos de San Sebastián, Barakaldo, Irún o Portugalete [gobernados por el PSE], para decir que allí no se hace. Entonces -se preguntó a continuación-, ¿qué pretende construir el lehendakari?; ¿Un país o una especie de puzzle sin piezas?. ¿Qué propone a los ciudadanos vascos?. ¿Cohesionar y vertebrar Euskadi o disolverla y desunirla?». Patxi López ya expuso estos argumentos desde la tribuna del Parlamento de Gasteiz en el debate que tuvo lugar el pasado viernes, en respuesta al plan de Ibarretxe.

El dirigente del PSE no dudó en calificar asimismo de «juego muy peligroso éste en el que nos quiere embarcar Ibarretxe, exclusivamente en base a sus obsesiones particulares y no a las necesidades de la ciudadanía de este país».