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Jon Odriozola Periodista

Bio-geo-nano-tecnologías y eso

Silvia Ribeiro reclama que la gente se informe de que la llamada agricultura industrial no se dedica a producir comida, sino dinero rápido

Odio hablar de mí porque esto va a parecer ya más un blog que una columna desde la cual,mal que bien, uno ofrece su punto de vista tratando siempre, irascible que es uno, de «des-ilusionar» a la gente, es decir, de quitarles la «ilusión» con que la «clase política» engaña (que eso es la «ilusión») al personal como prestímanos.

Diré de mí que soy mal comedor (pero buen bebedor). Nunca he sabido apreciar la comida que sólo engullía para vivir y dar las gracias a Dios (y a mis padres) por los alimentos recibidos como si fuera un cuáquero. No soy idiota y tengo mis platos (dos) favoritos que no diré para no ofender el buen gusto del lector. Donde vivo la dieta es campesina, humilde: hortalizas, leguminosas y otras angiospermas dicotiledoneas. En época, cordero. Todo sano, demasiado sano para un tiquismiquis como yo. Mucha gente envidiaría mi posición y abominaría mi (im)postura.

Leo en el órgano del sindicato agropecuario EHNE una entrevista (julio) a Silvia Ribeiro, uruguaya residente en México, experta en asuntos de papeo, transgénicos y otras biodiversidades, que dice: «Se están utilizando nuevas tecnologías sin que la gente sepa nada. Es el caso de la geoingeniería, la biología sintética y la nanotecnología». Como sea que estos sudokus pitagóricos me abruman y yo a lo más que llegué, en plan modelno, era a pedir un café «liofilizado» sin tener ni puta idea de lo que era, pero por ver de impresionar a la gachí, oyes, qué pasa...

¿Qué es la geoingeniería, que suena a película de ciencia-ficción? Pues nada: es la manipulación del clima. Algo que ya se usó en la guerra del Vietnam contra los putos comunistas. Se trata de experimentos de fertilización del océano (pobre Poseidón) a través de nanopartículas de hierro con posibles repercusiones negativas sobre la pesca artesanal, pero eso qué. «Nano» llamaba yo a uno que me quitó el puesto en mi prometedora etapa juvenil como futbolista, pero yo a él la novia, ¿o fue al revés? Sigamos. ¿Y qué es la biología sintética que suena como que a uno lo comprimen no más? Muy sencillo: un metiche -dicho a la cantinflera manera- que trata de hacer seres vivos desde cero, desde la fabricación de los propios genes. Hay un tipo, Graig Venter, que propone producir biocombustibles con biología sintética, o sea, a través de organismos vivos creados artificialmente para producir energía. Dizque los ricos viajarán en sus bugas a costa de más hambre para los desnutridos (suerte que yo soy un sediento, ergo no es mi caso). ¿Y la nanotecnología? Pues otro carajal: es la manipulación (esta vez no de las masas) de la materia a una escala tan minúscula como la de los átomos y las moléculas. Se está usando en los alimentos... y la gente no sabe nada.

Repite mucho Silvia eso de que la gente no sabe nada. Y reclama que, por sobre todo (empleando un mejicanismo) se informe. Por ejemplo de que la llamada agricultura industrial no se dedica a producir comida, sino dinero rápido. Algo que potencia producciones que mañana pueden desaparecer si otras dan más. Con- cluye diciendo que lo que realmente produce comida es la agricultura familiar. Claro que todo el mundo no tiene una huerta. ¡Y yo pasando de la intxaursaltsa de mi suegra! Ufa.

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