La primera lectura de este inicio de temporada es que Osasuna no genera peligro fuera de casa. Su entrenador es consciente de ello, «de que tenemos que mejorar muchas cosas y coger automatismos, tener más precisión en todos los ámbitos», precisó José Angel Ziganda.

«Tenemos que mirar más el marco del rival y las espaldas de los centrales, nos está costando asustar al contrario, no sé si por la mentalidad...», insistió el técnico rojillo, para quien la solución reside en que el concepto ofensivo lo asuma el bloque.

«El tema de atacar es cuestión de todos, contra el Levante se hizo así y los tantos vinieron de pases de nuestros laterales. No podemos pensar que todos los días sean éstos quienes den los pases de gol, pero tampoco se puede dejar toda la responsabilidad a los delanteros. Necesitamos que el equipo esté más convencido a la hora de buscar el gol», explicó.

Así, puso un ejemplo demostrativo de la actitud timorata de su escuadra al encarar la portería contraria. «La situación de ayer se resume un poco en la jugada que, a falta de diez minutos para el final y con el 1-0, Héctor (Font) se planta al borde del área y busca el pase lateral a Izquierdo en lugar de mirar a gol sin pensar en que le puedo pegar mal», describió.

El Cuco, que ayer cumplía 41 años, no quiso quedarse al margen de dicho compromiso «porque el problema principal es mío, ya que soy quien debe buscar las alternativas a la falta de peligro fuera de casa y entrenarlas durante la semana».

Cambio de esquema

En esa búsqueda de soluciones, Ziganda planteó en el Calderón un esquema de inicio diferente al de otros partidos, basado en un 4-1-4-1, con Puñal como único pivote y Javi García escorado a la derecha, con el que pretendía «buscar tener la pelota y más llegada».

«Cuando me refiero a más llegada, quiero decir que las características de nuestros delanteros -Portillo y Pandiani- son más de rematadores que de crear situaciones de uno contra uno, y pensé que con la llegada desde atrás de Javi García y el último pase de Font crearía superioridad en el centro del campo», especificó.

Unos cambios que dieron sus frutos al principio del choque «porque les hicimos daño en la estrategia en los primeros minutos», pero que, al poco, acabó contrarrestando el Atlético, sumado a que «en la estrategia defensiva no estuvimos nada bien».

Deficiencias que Ziganda no ve imposibles de solventar «porque el equipo no da una sensación de estar perdido y no saber qué hacer en el campo, como al inicio del año pasado, sino que intenta jugar al fútbol, tener el balón controlado y salir a por el partido».