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Gilbert Varga emprende su última temporada con la OSE tras diez años como director musical

Varga inició ayer su última temporada de conciertos con la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Aunque la gerencia califica su trabajo de «muy fructífero», cree necesario «un cambio» al término de su contrato en 2008.

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GARA | DONOSTIA

Así lo anunció ayer el director general de la OSE, Iñigo Alberdi, quien presentó, en una rueda de prensa ofrecida junto a Varga en la sede de la orquesta en Donostia, la nueva temporada de abono 2007-2008, que arrancó ayer en Gasteiz y terminará el 19 de junio en la capital guipuzcoana tras 58 conciertos.

La comparecencia de ambos ante los medios informativos puso de manifiesto la existencia de diferencias entre el director musical y el general.

Varga expresó sus dudas respecto a que tras su marcha quede «un equipo humano con objetivos bien definidos y los medios necesarios para alcanzarlos», mientras que Alberdi reconoció «un desencuentro» sobre «cuándo tenía que finalizar» esta etapa y que el director artístico tiene cierta falta de confianza en él. «Ésta es una temporada muy especial porque al final de ella vence el contrato del equipo de directores musicales», anunció Iñigo Alberdi, quien recordó que Gilbert Varga tiene la titularidad desde 1997 pero la comparte con Cristian Mandeal desde 2001.

Varga, con 10 años, y Mandeal, con 7, han protagonizado una etapa caracterizada por «la obtención de importantes logros artísticos», destacó Alberdi, quien subrayó que éste es también el periodo «más largo de la historia» en la dirección musical de la formación.

Tras expresar su «gratitud y reconocimiento», especialmente al maestro Varga, por «todos estos años de trabajo conjunto que han conseguido situar a la OSE en un nivel musical muy diferente al que tenía hace 10 años», el gerente anunció que la orquesta afronta ahora como «reto de futuro» renovar la dirección musical con «una única titularidad» y «seguir por el camino ascendente» de los últimos años.

«Enfadado no, pero sí triste»

El hijo del célebre violinista húngaro Tibor Varga hizo, por su parte, una breve declaración ante los periodistas, tras la que no quiso contestar a pregunta alguna y en la que manifestó que no estaba «enfadado» sino «triste» al pensar en el futuro de la que «es y será para siempre» su orquesta.

El director nacido en Londres consideró «de la máxima importancia» que la OSE cuente con «un equipo humano con objetivos bien definidos y los medios necesarios para alcanzarlos, con las cartas de navegación y la hoja de ruta perfectamente diseñada». «Y en estos momentos, creo que no es el caso», apostilló.

El maestro explicó que llevar a la OSE al nivel actual ha sido posible «gracias a un intenso trabajo en equipo», aunque confesó que en esa constante «búsqueda de la calidad» y «exigencia artística» ha habido que «superar dificultades y no pocas tensiones».

«La orquesta hoy está jugando en una liga diferente que hace diez años; sin embargo, considero que sólo hemos dado los primeros pasos de una larga andadura», afirmó Varga, quien estimó que «el sueño» de quienes fundaron la OSE hace 25 años «necesita imperiosamente continuadores» y agregó que «la profesionalidad y el conocimiento del contexto musical internacional tienen que ser inherentes a los responsables».

Las palabras del maestro fueron puntualizadas por el gerente, quien subrayó que el asunto sobre «la gestión de la titularidad» ha sido «el único» en el que ambos han estado «en desacuerdo desde el principio», en concreto, sobre «cuándo tenía que finalizar» su etapa al frente de la dirección artística.

«A mí me hubiera gustado que la misma confianza que yo he puesto en él desde el primer momento en que me nombran director general se hubiera dado por su parte» pero «no ha sido así», lamentó Alberdi, quien apostilló después que «la sombra de duda» introducida por Varga no le parecía «la mejor manera de acabar» y tampoco consideró «de recibo» que la misma «dependa de la vigencia de un contrato».

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