El primer ministro británico, Gordon Brown, se ha prodigado en señales que podrían confirmar que convocará elecciones anticipadas, aunque tres sondeos recientes revelan un repunte de la oposición conservadora.

Brown hará el lunes un anuncio sobre sus planes de retirada militar de Irak. El martes, dos meses antes de lo que suele ser habitual, su ministro de Finanzas, Alistair Darling, presentará el presupuesto 2008-2009.

Estos anuncios no han hecho sino relanzar las especulaciones sobre un adelanto electoral. Brown tiene hasta el lunes para pedir oficialmente a la reina la disolución de la Cámara de los Comunes para poder convocar los comicios el primero de noviembre, fecha preferida por el premier.

Brown y sus consejeros dedicarán todo el fin de semana a estudiar con lupa los resultados de los últimos sondeos, así como las encuestas internas del laborismo.

Los sondeos apuntan a que los tories han reducido su distancia con respecto a los laboristas.

En ello habría influido el discurso del candidato tory, David Cameron, el miércoles, y sus promesas de menos impuestos.

Brown se enfrenta así a su mayor dilema desde que sucedió a Tony Blair.