Aplausos para meter en vereda arbitral al débil
Natxo MATXIN
Sin que hubiera pregunta de por medio y antes de concluir su intervención, Pellegrini quiso felicitar al colegiado por haber tenido la «suficiente personalidad» para penalizar las pérdidas de tiempo.
Partiendo de la base de que Ricardo no estuvo particularmente espabilado después de haber visto la primera amarilla y de que aplicando a rajatabla el reglamento la expulsión podría considerarse como justa, Megía Dávila se metió en el calculado fregado de echar del campo al portero de un equipo pequeño, cuya expulsión no va a trascender más allá de las páginas de los rotativos locales.
Porque no me creo que aplique el mismo criterio sancionador a todo un Casillas, Cañizares, Víctor Valdés o Palop, a quienes seguramente advertirá con antelación y de manera verbal que pueden ser expulsados de continuar retrasando un saque de balón. Claro que también me gustará ver a Pellegrini en las siguiente jornadas regañando a sus hombres en los minutos finales por perder el tiempo en un partido que ya tengan encarrilado y ganado.