RAMÓN DE CARRANZA Remontada armera
El inconformismo permite al Eibar reencontrarse con la victoria
Un penalti y un bonito gol de Yagüe permitieron al Eibar sumar la victoria que se le había resistido en las dos jornadas anteriores. Los armeros volvieron a cuajar un gran partido, lo que les permitió remontar el gol anotado por el Cádiz al borde del descanso. Los de Coleman igualaron su mejor serie de las últimas temporadas de diez puntos en cuatro partidos y a partir del sábado se podrá calibrar su potencial en los enfrentamientos contra los primeros
CÁDIZ 1
EIBAR 2
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
Esta vez sí. El Eibar cuajó un gran partido y obtuvo el premio que se mereció. Tras una primera parte igualada en la que el Cádiz se encontró con el gol al filo del descanso, los armeros tiraron de inconformismo para adueñarse del choque en su reanudación, lo que, a la postre, les permitió sumar los tres puntos.
Tres puntos que le vienen de maravilla al cuadro eibarrés. No en vano ha pasado de haber empezado a mirar de refilón a los puestos de descenso a asentarse en el centro de la clasificación, a idéntica distancia de la cabeza que de la cola. Por no hablar de una moral que empezaba a necesitar alimento después de tanto trabajo sin recompensa.
La forma en que se fraguó la victoria resulta, además, especialmente balsámica. Y es que el Eibar fue capaz de recuperarse a una jugada infortunada y el consiguiente tanto del Cádiz para acabar haciéndose con el partido. No hubo, cierto es, excesivas diferencias respecto a los encuentros anteriores en cuanto a actitud o ambición, pero sí en cuanto a acierto: se volvieron a generar ocasiones y esta vez, además, se materializaron.
No en un primer tiempo más igualado, en el que los guardametas no tuvieron excesivo trabajo. El Cádiz intentó hacerse con el control del choque, pero el inmaculado trabajo defensivo de su rival impidió que generase peligro más allá de las acciones a balón parado. Lamentablemente, los numerosos balones cortados por los azulgranas tampoco llegaban en condiciones al área local.
Cuando llegaba el descanso y el empate parecía inamovible, la fortuna inclinó la balanza. Cuéllar despejó a córner un peligroso cabezazo de Pavoni y el rechace al posterior saque de esquina lo remató Cristian desde la frontal, para que el pie de Alaña tocase lo justo para enviar el balón a las redes.
Reacción eibarresa
Parecía una losa difícil de levantar. No sólo por el mazazo que suponía para los guipuzcoanos, sino por la bombona de oxígeno que recibía con ese gol un Cádiz necesitadísimo de alegrías y con gente muy capaz de sentenciar un partido con más huecos.
Pero el Eibar sacó lo mejor de sí mismo para convertir la segunda parte en una lección de carácter. Los armeros tuvieron, además, la fortuna -no siempre va a resultarles esquiva- de empatar a las primeras de cambio, gracias a un tonto penalti de Gonzalo sobre Codina, que transformó Goiria y en el que sólo queda la duda de si la falta se produjo dentro del área.
El gol le sentó de maravilla al equipo que, durante muchos minutos, tuvo noqueado a su rival. De poco le sirvió a Mariano García Remón sacar a más Primeras al campo, porque el balón, el ritmo y las ocasiones siguieron siendo exclusivamente de un Eibar inconformista. Zurutuza, con un mano a mano con Contreras que no supo resolver; Goiria, que no pudo aprovechar una gran jugada de Carmelo; o Altuna y Zurutuza, que tampoco acertaron con el servicio a la contra de Albert Yagüe, tuvieron en sus botas la posibilidad de completar la vuelta al marcador.
Pero el Eibar necesitó algo más de tiempo. También de sufrimiento porque, aunque fuera con más rabia que ideas, el Cádiz se vino arriba por momentos, degenerando aquello en un choque de ida y vuelta.
El árbitro corrió entonces en auxilio de los guipuzcoanos, en una situación inversa a la de la semana anterior. Esta vez fue el rival el que se quedó con un hombre menos -Lobo se fue a la calle con roja directa- a sólo seis minutos del final y el Eibar que lo aprovechó. Lo hizo por medio de otro delantero que se estrenaba, Yagüe. Y lo hizo, además, con un bonito gol, un testarazo a saque de falta en el segundo palo, que materializaba la remontada armera.
Kilómetros
El Eibar celebrará el tercer triunfo de la temporada entre avión y avión. Este mediodía regresa de Cádiz para trabajar en Ipurua en sesión vespertina y mañana volverá a hacerlo antes de partir el miércoles, a primerísima hora, rumbo a Elche, donde debuta en la presente edición de Copa. La guinda de la semana llegará el domingo, con la visita del Granada 74 a Ipurua.
Con la nueva política de viajes del club, los azulgranas, al menos, se evitarán una buena panzada en autobús.
Eibarren jokoak ez zuen nabarmen hobera egin atzo, baina gorri-urdinek ezinbestekoa den punteria izan zuten oraingoan. Horixe izan zen, Javier Mandiolaren ustean, Cadizen aurkako partidaren gako nagusienetarikoa.
«Jarrera beti berbera izan arren, ez da gauza bera gertatzen jasotzen duzun sariarekin. Baina, beharbada, gaur aurreko partidetan falta izan zaigun zortea izan dugu», aitortu zuen entrenatzaile armaginak. Garaipena ez zen, hala ere, zorte kontu hutsa izan, taldeak oso partida ona jokatu baitzuen. «Lehen zatian beraien aukera bakarrean heldu da gola, gure jokalari batek ukitu duen alderatze batean gainera. Baina lan asko egin dugu, jarrera izugarri ona izan dugu eta markagailuari buelta eman diogu. Merezitako saria izan dela uste dut», esan zuen.
Manix, bestetik, pozik zegoen golak aurrelariek sartu izanagatik. «Hau ez da banakako kirola, eta aurrelariek sinatuko lukete partidak irabaztea beraiek golak sartu barik. Baina egia da beraientzat ona dela, hobe da beraien golekin irabazten badugu», adierazi zuen.
Lluis Codinak, bere aldetik, taldearen jarrera nabarmendu zuen. «Borroka, jarrera eta buru-belarri aritzeari dagokionez, inork ezin du gu baino gehiago izan. Eta, gainera, futbolean jokatzen badakigu», esan zuen.
GARA
Al Eibar le faltó suerte en la primera parte, cuando el Cádiz se adelantaba con un balón tocado por Alaña. Pero la tuvo después, cuando conseguía empatar nada más reanudarse el choque.
Los armeros no se conformaron con el empate. El gol de Goiria les sentó de maravilla y durante muchos minutos monopolizaron balón, juego y ocasiones.