«Sisters of mercy»
Ines INTXAUSTI
Crítica de televisión
El otro día leí en un texto que pretendía ser simple y coloquial, el término mercificación, así, a pelo. Me obsesioné, de alguna manera, con la palabra y empecé a dar vueltas sobre él hasta incluirlo en tema de conversación de entre copas. Por supuesto la entreten(j)ida red internauta me ha resultado de gran ayuda. Por lo visto, el término, ¡acábaramos!, proviene de la lexicología marxista. Y aparece por vez primera en «El Capital». Aludiendo a la palabra para referirse, dentro del ámbito de la fetichización de la cultura, al impulso en ocasiones no intencionado que empuja a los individuos a saciar su instinto consumista y derrochador. Un nuevo estilo de vida que se denomina consumismo. Lo que realmente importa dentro de este proceso de (re)presentación no es tanto el hecho de consumir sino el deseo de hacerlo, la imagen misma de vernos consumiendo. Y cuando, a nuestra vez, somos vistos consumiendo, contribuimos a fabricar una imagen de la imagen dentro de la ideología de la compra.
Hacernos ricos no significa, pues, acumular dinero, ya que para ir de compras al Carrefour no es necesario que compremos nada, sino que el mismo acto-representación de las compras puede hacerse sin dinero siempre que existan estos espacios-basura que son los grandes y mayores almacenes.
Lo mismo ocurre con la tele. Pero aquí no existe nada digno de valor que pretenda ser reducido a la nada consumista. Consumimos la imagen pasivamente y, a la vez, contribuimos a que se active una y otra vez el artilugio subliminal que nos hace soñar una y otra vez con el otro mundo al que no pertenecemos. El mundo de la representación.
He visto alguna vez el programa de Cuatro «Supermodel» y he sentido verdaderos escalofríos. No había nada marxista dentro de él, no. No crean que temo al lobo de Karl. Pero nada había natural. Había y hay, para mí, tal abuso de la imagen de la imagen y de la representacion de la representación de esas imágenes que, sin pretender mortificarles más, pues, les mercifico.