Muere un trabajador forestal en Eibar y suman ya 95 fallecidos
El trabajador forestal Hormando Orbex Rea, de 37 años, falleció ayer en Eibar aplastado por un pino al aproximarse a una zona de talado. También se conoció que Borys Podolets, de 43 años, murió en accidente no traumático el pasado jueves 4 de octubre en su primer día de trabajo en la empresa Aurtenetxe Negocios, de Langraitz. Con ambos, son ya 95 los trabajadores que han perdido la vida en Euskal Herria.
Juanjo BASTERRA |
El goteo de la siniestralidad laboral avanza sin cesar. La falta de medidas preventivas, los ritmos elevados de trabajo y la falta de formación e información de los trabajadores son elementos que conducen a los accidentes de trabajo, incluida la excesiva precariedad laboral del mercado de trabajo. Con los dos trabajadores fallecidos en Eibar y Langraitz, suman ya, al menos, 95 muertos en lo que llevamos de año.
El trabajador forestal con una antigüedad de dos meses, Hormando Orbex Rea, de 37 años falleció ayer aplastado por un pino en un monte del barrio de Txonta en la localidad gipuzcoana de Eibar. El accidente se produjo en torno a las 9.30 de la mañana, según relata el preinforme de Osalan al que ha tenido acceso este diario. Orbex Rea se aproximó a una zona donde otro trabajador estaba cortando un pino, «justo en el momento en el que el pino caía. Golpeó al trabajador y falleció a consecuencia del golpe». Llevaba el casco protector y los auriculares para protegerse del ruido.
Hormando Orbex Rea trabajaba para la empresa Servicios Forestales Hermanos Vera, que cuenta con una plantilla de dos empleados. Después de conocerse ese trágico accidente, Osalan informó de otro que ocurrió el pasado jueves 4 de octubre en Langraitz. Según el avance oficial, Borys Podolets, de 43 años, falleció por causas desconocidas, aunque el organismo oficial considera que pudo deberse a un «posible infarto de miocardio», que deberá ser ratificado por la autopsia.
Trabajaba en la empresa de compra venta al por menor de automóviles y maquinaria, Aurtenetxe Negocios SL de Langraitz. Según el informe, entre las 18.30 y las 19.00 horas encontraron al trabajador «tumbado en el suelo en una habitación que se utiliza para guardar herramientas.
En principio, Borys Podolets se encontraba realizando el mantenimiento de camiones «hasta que desapareció del taller y lo encontraron posteriormente fallecido en la habitación». No presentaba trauma- tismos y se está a la espera de la autopsia «que le están realizando en Burgos» para determinar la causa de la muerte.
Rechazo sindical
El informe oficial adelanta que pudo deberse a «un infarto de miocardio». ELA, LAB ESK y STEE-EILAS denunciaron los accidentes de trabajo y la falta de medidas de prevención.
CCOO de Euskadi también rechazó la nueva muerte. Según esta central sindical, el sector agroforestal «tiene un índice de siniestralidad elevado» y «parece estar olvidado en cuanto a prevención y formación de los trabajadores, tanto por los empresarios como de la Administración». CCOO reconoce que es un sector en el que «las medidas de seguridad sufren de un incumplimiento absoluto», que va unido a «un nulo control». También critica que los planes del Departamento de Agricultura del Gobierno de Lakua «no aplica medidas de prevención en sus planes estratégicos»
Pilar Collantes, responsable de Salud Laboral de UGT, reclamó mayor prevención y aseguró que la siniestralidad en este sector ha aumentado en un 150% respecto al año pasado. «La incidencia se equipara al sector de la Construcción, que es el más peligroso».
El Juzgado de lo Social número 3 de Iruñea ha estimado la demanda de la familia del trabajador fallecido, Eugenio Jiménez De la Rubia, de la antigua empresa Super Ser (actual BSH), al considerar que el cáncer pulmonar que padeció se originó por el contacto continuado con el amianto en los 20 años que trabajó en la empresa navarra, según informó ayer ESK de Nafarroa.
Tras reconocérsele diferentes incapacidades derivadas de enfermedad común, el demandante reclamó un incremento de un 20% en la pensión, cuando se le detectó neoplaxia de pulmón con metástasis pulmonar y hepática. El trabajador falleció en abril de 2006, tras lo que su esposa, Maria Sagrario Bueno Sesma, presentó una demanda de cara a percibir la pensión de viudedad correspondiente al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos sobre una base reguladora procedente de la pensión de incapacidad permanente absoluta de la que era beneficiario su marido y para la que se reconociera que derivaba de enfermedad profesional. ESK aseguró que el Instituto Navarro de Salud Laboral presentó un informe exhaustivo de las condiciones extremas en las que se trabajaba en la antigua Super Ser y constató que el fallecido trabajó allí 20 años hasta 1986, que durante unos 10 años estuvo en la sección de estufas catalíticas, que se colocaba amianto en forma de hilo suelto en el panel, y que previamente se cardaba el amianto, así como que en ocasiones se acostaba en las horas de descanso sobre el amianto apilado en el suelo. Según ha dado a conocer ESK, el fallo reconoce que en la fábrica se levantaba polvo y que no estaba bien ventilada, así como que los operarios no utilizaban ni guantes ni mascarillas, o que lavaban la ropa en sus casas. Puede haber más afectados por el amianto.