El último año de Aguirre en el banquillo osasunista, el técnico mexicano firmó diez partidos consecutivos sin perder en casa
El Sadar retorna ahora a su mítica leyenda de estadio inexpugnable
Ziganda puso especial hincapié en pretemporada en que el estadio iruindarra debía ser un fortín para los rivales. Sus pupilos le han demostrado en el inicio de campaña que pueden volver a hacerse acreedores por méritos propios del antiguo calificativo de «indios».
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Suena lejano el apelativo de «indios» con el que se calificaba a los rojillos en los años ochenta cuando El Sadar era un poblado de difícil conquista. Por aquel entonces, la garra que le imprimían al juego ante su afición les hizo merecedores de tal denominación, ya que grandes conjuntos de talonario tuvieron que hincar la rodilla ante el empuje arrollador de los locales.
Desde entonces, esa visión de un Osasuna como equipo complicado en su propio estadio se ha ido extendiendo en el tiempo y generalizando, hasta convertirse más en un tópico que en una realidad. Los números no engañan y la estadística casera de los últimos años ha venido demostrando que el poderío casero se ha ido diluyendo hasta transformarse más en leyenda que en verdad.
Con una excepción, la del inicio de la temporada 2005-2006. El último año de Aguirre en el banquillo osasunista fue el del retorno de los buenos resultados en propio estadio. Unas veces con el ápice de suerte necesario y otras merced al buen fútbol, el técnico mexicano consiguió encadenar hasta diez jornadas consecutivas sin perder en El Sadar -cinco meses de competición-, hasta la visita del Betis a finales de enero de 2006.
Ziganda se marca el reto
La disputa de la previa de la Champions League y una prolongada participación en la Copa de la UEFA impidieron que en la Liga la escuadra navarra rindiera la pasada temporada al mismo nivel ante su público. Pero Cuco Ziganda, en su primer año como preparador rojillo, tomó buena nota del negativo balance para enmendar la plana en la presente.
De hecho, fue uno de los temas en los que más insistencia invirtió en sus intervenciones de pretemporada. Y su matraca está dando los frutos apetecidos. Además de Osasuna, sólo los dos grandes junto a Atlético y Zaragoza no han perdido en casa, con el añadido de que a los rojillos aún les falta por disputar un choque casero contra el Sevilla, al que bien hubieran podido derrotar ahora dado el momento de forma de los de Juande Ramos.
El mérito de los navarros es todavía mayor si se tiene en cuenta que, de los tres envites disputados esta campaña en El Sadar, dos han sido ante rivales que van a estar optando por la conquista del campeonato o un puesto de Champions.
La prensa castellonense prefirió ver «errores» de los suyos que méritos de los rojillos para cortocircuitar el juego del Villarreal en su primera derrota fuera de casa desde hacía mucho tiempo. Así, el enviado especial de «Las Provincias» destacó que Osasuna «tuvo la suerte de cara» para imponerse al submarino amarillo, aunque también reconoció que fue mejor, «porque supo quedarse con los puntos».
Este mismo rotativo reseñó que en la reanudación apareció el «juego duro», merced a que la defensa de los de Ziganda «se endureció en la segunda parte. Los zagueros no dejaron respirar ni a Rossi ni a Franco».
Todo ello mezclado con la «habilidad» de los navarros «para parar el partido e impedir que los amarillos pudieran combinar y crear fútbol» tras la consecución del 3-2, sumado a que la escuadra rojilla «se dedicó a perder tiempo tras la expulsión de su central y Ricardo convirtió en eterno cada saque en largo».
En parecidos términos, «Levante» publicó que «Osasuna se empleó en defensa sin ningún tipo de miramiento y contó con la complicidad de un colegiado que benefició a los locales con sus decisiones», para comentar a continuación que «a partir del tanto pamplonica llegaron los minutos de la charlotada, con las expulsiones justas de dos hombres de Osasuna».
Más benévolo, «Mediterráneo» valoró que el Villarreal «tuvo delante al Osasuna más brillante, efectivo y genial de la temporada», asegurando que los rojillos «desbordaron, más de lo que es habitual, a los laterales amarillos».
N.M.
Plasil, Vela y Margairaz no regresarán a la disciplina rojilla hasta mediada la próxima semana tras jugar varios partidos con sus combinados estatales. El más importante será el que disputará el checo en partido valedero para la clasificación para la Eurocopa ante Alemania el día 17. Por su parte, Margairaz se medirá ante Austria (día 13) y Estados Unidos (17), mientras que Vela lo hará frente a Nigeria (14) y Guatemala (17), todos ellos amistosos.
El parón liguero de este próximo fin de semana como consecuencia de los encuentros que celebrarán las selecciones va a afectar a los entrenamientos de la escuadra navarra. De momento, está sin determinar el plan que se llevará a cabo entre el viernes y el domingo..
