En la carta remitida al ministro español de Justicia, Ecologistas en Acción recuerda que las obras del embalse de Itoitz se iniciaron a pesar de que «producían un gran impacto ambiental y su utilidad hidrológica resultaba más que dudosa», por lo que la práctica totalidad del movimiento ecologista inició una campaña legal contra la construcción de esta presa.

Esta asociación ecologista recuerda también que algunos de los principales dirigentes del Gobierno navarro que habían impulsado este proyecto fueron encarcelados más tarde por haber recibido dinero de contratistas de grandes obras públicas en Nafarroa -en clara referencia a Urralburu y Aragón-.

«A pesar de que se ganaron prácticamente todos los recursos interpuestos en los tribunales -añade la misiva-, las obras siguieron adelante, con la consiguiente frustración de todos nosotros, que pudimos asistir una vez más a la falta de eficacia de la Justicia para paralizar grandes obras de alto impacto ambiental, escasa utilidad social y que además se tramitan de manera irregular».

Ecologistas en Acción explica en su carta que, «dentro de ese espíritu de frustración e impotencia que imperaba entre los opositores al embalse, unos compañeros ecologistas decidieron proceder a la corta de los cables de transporte de los materiales de construcción del embalse de Itoitz, produciendo un retraso en las obras de varios meses. Todo ello en una acción directa no violenta».

«Nuestros compañeros fueron tratados por una parte de los medios de comunicación regionales, organizaciones políticas y administraciones regionales como terroristas, y en este caso la Justicia fue especialmente dura con ellos, imponiéndoles prisión sin fianza, y condenándoles finalmente a más de cinco años de prisión por una acción de carácter no violento», afirma esta asociación. Además, considera que la sentencia fue «injustamente dura» y que «buscó la desacreditación del movimiento ecologista».

En su carta al ministro de Justicia, recuerda la reciente detención y encarcelamiento de uno de aquellos solidarios con Itoitz, concretamente, Julio Villanueva, que permanece en la prisión de Iruñea.

«Para el movimiento ecologista resulta frustrante observar cómo a los destructores del medio ambiente, que incumplen abiertamente numerosas normativas, la Justicia no les hace prácticamente nada. Mientras que a ecologistas, que tan sólo pretenden proteger un bien de todos, como es el medio ambiente, cuando cometen ilegalidades para alcanzar esos fines, la Justicia actúa sobre ellos con especial dureza», agrega.

Por ello, pide a Fernández Bermejo que inicie los trámites para la obtención del indulto de las personas condenadas por cortar los cables en Itoitz.