La enmienda presentada por el grupo juntero del PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa supone una marcha atrás en el compromiso alcanzado en la institución foral, que fijaba el tipo del impuesto de sociedades en el 30%. El partido jeltzale deja a un lado el acuerdo con sus socios de EA y defiende en una enmienda un tipo del 28%.

Como quedó de manifiesto durante la ardua negociación de ese acuerdo, la posición del PNV pasa por limitar al máximo la presión fiscal sobre los empresarios, una actitud por lo demás coherente con su política económica conservadora. De hecho, el 28% que postula su enmienda se acerca mucho al 25% que predicaba el PP en su programa electoral. Así las cosas, la política fiscal del PNV pasa por mantener una alta presión sobre los trabajadores mientras se evita gravar a quienes más recursos tienen. Sin perder de vista que el impuesto de sociedades sólo obliga a la empresa que obtiene beneficios y que el tipo aplicado es objeto de múltiples deducciones, convendría que el equipo foral explicara por qué no hace bandera política de la rebaja del IRPF que grava a algunos trabajadores guipuzcoanos con el 22%.