José Luis Rodríguez Zapatero esperó 24 horas para dar a conocer sus impresiones respecto al atentado del martes en Bilbo. Y lo hizo en el inicio de su intervención en el Pleno de Control al Gobierno español que se celebró en el Senado, donde realizó un llamamiento a la unidad de las fuerzas políticas frente a ETA y quiso trasladar un mensaje a los grupos de la Cámara Alta como a la sociedad española: «El Estado democrático está muy fuerte y muy preparado para este combate».

El jefe del Ejecutivo español, en primer lugar, condenó la acción armada y manifestó su deseo de una pronta recuperación para Gabriel Ginés, para después pasar a destacar que el Estado y su Gobierno van a combatir y combaten «con toda firmeza cualquier intento de violencia», poniendo todos los medios a su alcance para prevenir los atentados y «perseguir a los violentos».

Otra de las ideas que quiso remarcar consistió en el de la necesidad de la «unidad de los democrátas», algo que, a su juicio, queda acreditada por la «lamentable historia que la democracia y la sociedad española han sufrido con la acción violenta y el terror». Es por ello que hizo un llamamiento a esa unión y al «máximo consenso en defensa de los valores del Estado de Derecho para conseguir el objetivo unánime y común de todos los demócratas: ver el fin de la violencia, derrotar el terror, la amenaza y la coacción».

El mensaje de firmeza del presidente fue ratificado horas más tarde por el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, quien advirtió que «ETA podrá causarnos sufrimiento, pero no tiene ni el más mínimo futuro social ni político y no va a tenerlo haga lo que haga, porque el Estado de Derecho de una sociedad democrática no se va a mover ni un milímetro de esas posiciones. Va a recibir por parte del Gobierno la contestación más firme, la contestación que merece una organización terrorista, la propia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por parte del Estado recibirá la contestación que sus instituciones le dan al terrorismo, tanto las policiales como las judiciales».

En su intervención en el Fórum Nueva Economía, Alonso fue preguntado sobre la posibilidad de que la organización armada cometa otro atentado en fechas próximas. «Hay que estar siempre alertas y siempre vigilantes», se limitó a responder.

«Lo deben tener muy claro»

También le cuestionaron si cree que la acción de Bilbo fue la réplica de ETA a la detención y posterior encarcelamiento de dirigentes y militantes de Batasuna. Alonso indicó que «los demócratas no debemos caer en el error de hacer juicios de intenciones sobre los terroristas» porque «son gente que viven fuera del universo democrático y, por tanto, son gente que viven fuera de los códigos normales de los demócratas».

«Nosotros estamos a lo nuestro, conforme a nuestros valores, nuestra solidez moral y política como demócratas y, por lo tanto, luchar contra el terrorismo con toda la solvencia que da el Estado de Derecho y la democracia. Los terroristas lo que tienen que tener muy claro de nuestra parte es que no tienen el más mínimo futuro moral y político», insistió.

Sobre si considera que tras el atentado el encuentro del día 16 entre Zapatero e Ibarretxe debería suspenderse, volvió a incidir en la misma idea: «Los demócratas no podemos estar a lo que hagan los terroristas. No hay que darles jamás esa ventaja. Que el presidente del Gobierno y el lehendakari hagan lo que tengan que hacer con absoluta independencia de lo que haga o deje de hacer ETA».

También desde el Ejecutivo del PSOE, pero en este caso por parte del Ministerio de Interior, se trasladó ayer el mensaje de que no creen que la acción armada sea la respuesta a las afirmaciones del pasado lunes del mahaikide Pernando Barrena, quien denunció que el Gabinete Zapatero y el PSOE han apostado por «un nuevo ciclo de confrontación». Fuentes de esa cartera citadas por la agencia Euro- pa Press recordaron que el Gobierno lleva meses avisando de que la ETA podía atentar y que ahora, como durante todo ese tiempo, la morganización armada hará «todo lo que pueda».

El Ministerio que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba, además, explicó que no han sentado nada bien entre los responsables gubernamentales varias de las manifestaciones realizadas por dirigentes del PP desde que se produjera el atentado. Como, por ejemplo, aquellas en las que se afirmaba que, a consecuencia de la política de Zapatero, ETA «está mucho más fuerte».

«El PP, como Batasuna»

De hecho, por la tarde tanto el Ejecutivo como el PSOE salieron al paso de esas declaraciones y exigieron una inmediata rectificación. El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, tachó de «indignante y deplorable» la actitud del PP por utilizar el atentado para «atacar» al presidente español. «Los únicos culpables de los atentados terroristas son únicamente los terroristas» y no el Gobierno, como, en su opinión, han querido dejar traslucir algunos miembros del partido de Mariano Rajoy.

Las misma exigencia de rectificación llegó por boca del secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho -«no me gusta ver a los dirigentes del Partido Popular con un discurso tan similar a Batasuna»-, y del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, quien, primero en su blog y después en una comparecencia sin preguntas en la que dio lectura a una declaración, confió en que el PP «no caiga de nuevo, como el 11-M, en la tentación de convertir lo que para todos los españoles es una desgracia en una oportunidad de ganancia política».