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Copa El Glorioso se despide de la competición

El Hércules fue mucho más contundente y se llevó el premio

El Alavés tuvo mucho más control del balón, pero adoleció de falta de profundidad y de ideas ante la portería contraria, y pagó dos errores defensivos a la salida de sendos saques de esquina con la eliminación de un torneo que sigue sin despertar gran interés

HÉRCULES 2

DEPORTIVO ALAVÉS 1

Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

El Hércules tuvo ayer la contundencia de la que tanto adoleció el Deportivo Alavés en el Rico Pérez y se llevó el premio de poder enfrentarse a un equipo de Primera en la siguiente ronda de la Copa. Pese a gozar de mucho mayor control del balón y de merodear la portería de Unai Alba, los albiazules no tuvieron ni profundidad ni acierto en ataque y pagaron con la eliminación esos errores defensivos a balón parado que tanto se están repitiendo.

Los debes de casi toda la temporada volvieron a repetirse, a pesar de que Josu Uribe apostó por oxigenar el equipo en el que sólo entraron Astudillo y Toni Moral de entre los más habituales, una apuesta similar a la que empleó Andoni Goikoetxea en el Hércules. Una vez más, los babazorros volvieron a ser demasiado previsibles en su ataque y el equipo local se defendió con relativa facilidad y tampoco necesitó hacer casi nada en ataque para conseguir dos goles. El técnico asturiano sorprendió con un novedoso 4-1-4-1 hasta ahora no utilizado, con Garro, Sergio y un Astudillo algo más adelantado por el centro, y por no poner de inicio a Gabri o Miguel Pérez.

Sin ser mala la puesta en escena, con interesantes llegadas por bandas de Mena y Toni Moral, los albiazules pagaron caros los diez minutos de zozobra que tuvieron antes de la media hora de juego. Tras un buen par de ocasiones y un gol anulado por fuera de juego, César aprovechó un fallo colectivo en la defensa zonal en un saque de esquina y adelantó de cabeza al Hércules sin apenas oposición en el minuto 20 de juego.

La fortuita lesión del holandés Bechan paró el ímpetu del equipo local y los albiazules, con robos en zonas adelantadas, empujaron a los alicantinos, pero sin llegar a concretar en la zona decisiva del campo.

Dominio sin premio

Obligado por el marcador y el crono, el Deportivo Alavés dio un nuevo paso adelante, asumiendo riesgos, con mucha presencia en ataque pero sin profundidad para crear oportunidades ante la portería de Unai Alba.

Visto que el once que se encontraba sobre el césped no era capaz de sacar provecho de los múltiples regalos de un Hércules venido muy a menos, Uribe decidió mover el banquillo y los cambios surtieron efecto casi de inmediato, ya que David Aganzo empató el partido en el primer balón que tocó. El mérito de la jugada fue, no obstante, de un Toni Moral muy peleón que ganó el balón en línea de fondo, dejó sentado a Llera y le dejó el tanto en bandeja al madrileño, que sólo tuvo que empujarla.

No obstante, cuando parecía que los babazorros tenían el partido bajo control, la falta de contundencia a la hora de defender otro saque de esquina les costó que, tras múltiples rechaces, Montenegro volviera a adelantar a los locales. El gol fue definitivo y el Alavés tendrá la oportunidad de tomarse revancha el sábado en Liga.

HÉRCULES-ALAVÉS

Toni Moral

El catalán, uno de los pocos titulares en Liga que jugó de inicio fue uno de los más entonados en tareas ofensivas y dejó en bandeja el gol del empate a uno a Aganzo.

HÉRCULES

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DEPORTIVO ALAVÉS

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