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«Ojalá la Real aprenda de sus errores como hizo en su día el Numancia»

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Gonzalo ARKONADA, ENTRENADOR DEL NUMANCIA

El técnico numantino habla de su rival del sábado como si fuera todavía su club. Siempre lo será y defenderá las que han sido sus señas de identidad desde la convicción de que olvidarse de lo que ha funcionado ha dejado al club en la peor situación de su historia. Recuerda que la Real ha cometido cíclicamente el mismo error y espera que tras el descenso la lección sea definitiva.

Arkonada ha encontrado en Soria la tranquilidad y confianza que faltó cuando dirigió a la Real, lamenta que al de casa no se le valore como al de fuera y pide más cariño para los canteranos.

¿Cómo valora la apuesta por el fútbol vasco del Numancia?

Llevan muchos años así, tienen muy claro que siempre ha triunfado y ha ayudado a sus logros. El perfil del jugador del Norte, también el de los técnicos, gusta, junto con pinceladas de calidad que vienen de otras zonas. No es casualidad que seamos muchos del Norte. El grupo es una piña, se llevan muy bien y eso es fundamental. Otra cosa que nos distingue, el vestuario, algo que durante mucho tiempo caracte- rizó a la Real. Son aspectos que no se deben perder nunca.

¿Ayuda a trabajar un presidente que da tranquilidad y confía en una filosofía coherente?

Es una persona normal, que en la dirección de los equipos no se estila. Confía en los técnicos como Pacheta, que es director deportivo, y por eso les va bien año tras año. Es gente que trasmite cariño, confianza y tranquilidad a la hora de trabajar. Porque al inicio de Liga los resultados son buenos, pero en la pretemporada fueron irregulares y hubo tranquilidad y confianza en lo que se hacía.

Tiene las ideas muy claras, sabe lo que quiere, cual es su sitio y al mismo tiempo aspiran a lo máximo. Saben que cada equis tiempo les llega la oportunidad de aspirar no sólo a la permanencia, incluso de subir a Primera, y es un buen presidente para trabajar. Porque en toda empresa es necesaria la tranquilidad. Para planificar proyectos y llevarlos adelante hace falta tiempo y trabajo. En el fútbol tiene que haber más tranquilidad.

¿Esa confianza en el futbolista y en el técnico vasco faltó cuando le tocó entrenar a la Real?

Hay una desconfianza hacia el de casa y se sobrevalora al de fuera. Si cabe, eso te duele más si viene de gente que si es conocida y valorada ahora es porque la Real les dio la oportunidad de ser lo que fueron. Se lo ganaron luego, pero la Real les dio la oportunidad. Queremos copiar muchas cosas sin valorar lo que tenemos. A veces cometemos ese error y luego te das cuenta de que te has equivocado y que era mejor lo que tenías. Siempre me ha llamado la atención que en las presentaciones de jugadores importantes de la cantera como Xabi Alonso o Mikel Aranburu apenas había aplausos y llegaba cualquier jugador del que no sabíamos nada y es ovacionado. Se debe recibir con los brazos abiertos al de fuera, pero hay que cuidar mucho más al de casa. Se dice que no sienten los colores, pero a veces no les ayudamos. Hay que mostrar mucho más cariño. Jugadores que han sido muy importantes en la Real salen por la puerta de atrás. Un club que quiere ser grande debe cuidar eso porque ha habido momentos en los que jugadores que se van, al final vuelven para ayudar con su experiencia a trasmitir a los jóvenes y se han entregado al máximo en esa última etapa para sacar a la Real adelante.

¿Cree que ahora la Real ha aprendido del error y ha vuelto a recuperar el camino?

Pero esto en poco tiempo ya lo he visto en dos ocasiones... De forma cíclica se pierde la cabeza y de nuevo se retoma el camino de la cantera y de la gente de casa y en las situaciones anteriores siempre se ha salido adelante. Somos humanos y tendemos a cometer los mismo errores . Es la diferencia de lo que vivo en Soria. Aquí perdieron la cabeza una vez, aprendieron de aquello y lo tienen presente para no volver a cometer el mismo error. En la Real lo hemos hecho demasiadas veces. ¿Será ésta la definitiva? Ojalá. Que cuando se pueda se aspire a títulos, pero que eso no nos haga perder la cabeza de lo que es el Norte y la identidad de la Real, lo que siempre le ha hecho diferente del resto de equipos.

¿Entiende que ese modelo es válido en el siglo XXI?

Sí, antes sin extranjeros y ahora puedes tener necesidad de jugadores especiales, pero que sean especiales, que los ha habido y nadie ha cuestionado su rendimiento y su fichaje. Pero no se puede ir al mercado a fichar y fichar jugadores que no son más que los de casa. Si hablamos de cantera, de jóvenes que tienen el mayor problema de su inexperiencia, eso sólo se puede remediar jugando. Siempre es más fácil recurrir a un futbolista de 28 años que lleva seis en Primera, pero ése no ha sido el camino de la Real, que ha conjugado jugadores con experiencia y jóvenes que se incorporan cada año con hambre y ganas de crecer. Es lo que se ha perdido. Se quiere que un joven rinda en su segundo partido como uno de 28 y no puede ser. Cuando adquiera su experiencia dará un buen rendimiento. Otros clubes llevan esa dinámica, pero la Real no se ha caracterizado por eso y cuando lo hemos hecho es cuando peor nos ha ido.

Cuando habla de la Real utiliza el «nos» como si fuera su club...

Es que lo es, el primer equipo con sus categorías inferiores. Es lo que nos hace estar siempre tan identificados con nuestro club, con la gente de casa, con la forma de trabajar, el tipo de futbolista... Un arraigo que en otros clubes no es tan claro y que siempre ha existido en la Real. No debemos perderlo nunca.

¿Espera que pueda volver a entrenar a la Real en mejores condiciones que en la primera?

No me lo planteo. Nadie es profeta en su tierra y lo veo difícil y lejano por lo mismo, porque a uno en su tierra es difícil que se le valore y aprecie su trabajo. Se valora más al de fuera y se tiene más paciencia y tranquilidad.

¿Ha pensado que la oportunidad de dirigir a la Real le llegó en el peor momento?

No merece la pena darle vueltas a lo que sucedió conmigo. Las oportunidades no vienen cuando quieres. Te marca y es duro. Al ser en casa, se sufre mucho y se añade más presión y sentimiento de culpa, pero intentas extraer lo positivo. De todas las experiencias hay que aprender.

Joseba ITURRIA

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