La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidieron a todos los socios de la Unión Europea que se esfuercen para lograr un acuerdo para el nuevo Tratado durante la cumbre de Lisboa que se celebrará entre el jueves y viernes. «No hay razones o excusas para no llegar a un acuerdo sobre el Tratado», manifestó Barroso en una breve comparecencia con Merkel en Berlín.

Incidió en la importancia de que la UE se dote de un nuevo tratado para dar «respuestas coordinadas» a los problemas y retos que plantea la globalización. Al igual que Merkel, evitó citar concretamente los obstáculos que todavía quedan por salvar. Uno de ellos es Polonia, que exige la inclusión del llamado «Mecanismo de loannina» -mecanismo que permite mantener en suspenso una decisión mayoritaria de la UE-.

A lo largo de la campaña electoral polaca, el primer ministro Jaroslaw Kaczynski ha remarcado en reiteradas ocasiones que no aceptarán el Tratado Europeo sin loannina. Italia es otro de los puntos calientes tras su rechazo a la propuesta de reparto de escaños aprobada la semana pasada por la Eurocámara.

Por ello, ha pedido que en Lisboa se cierre únicamente el Tratado de Reforma y se deje para más adelante la cuestión de los eurodiputados.

Roma critica que el reparto se haya calculado según la población y no según la ciudadanía.