Transcurridas ya siete jornadas de liga, es el momento de hacer la primera valoración sobre los siete nuevos fichajes realizados por el Athletic de cara a esta temporada. Hasta el momento, la figura de Gorka Iraizoz sobresale con mucha diferencia respecto a los demás. Fichado en pleno mes de agosto, el navarro ha tardado muy poco en hacer olvidar los sempiternos problemas en la portería derivados de la venta de Zubizarreta.

El meta de Antsoain ha completado unas actuaciones sobresalientes durante este inicio de campaña, siendo el jugador más destacado de todo el equipo. Sus paradas han salvado goles y puntos, además de ofrecer una sensación de seguridad muy importante. De hecho, fue elegido por la revista especializada «Don Balón» como mejor portero del campeonato en setiembre. Y es que muy pocos guardametas son capaces de ofrecer el gran nivel que está dando.

Solventadas las dudas bajo palos, bastantes más incógnitas desprende la defensa. Uno de los fichajes estrella de García Macua, llegado al club de la mano de Gorka Arrinda, es Aitor Ocio. El gasteiztarra está cumpliendo, sin mayores alardes, pero tiene prácticamente imposible justificar su elevado sueldo. Es evidente que el fútbol se mueve en unos parámetros muy elevados a nivel salarial, pero lo de Ocio parece salirse de cualquier lógica. Por tanto, su rendimiento tendrá que equipararse al de los mejores centrales de la liga para poder destacar.

Quien sí está destinado a ser uno de los mejores laterales del campeonato, como demostró en su día, es Asier del Horno. Sin embargo, el de Gallarta sigue en línea descendente. Está claro que tiene mucha calidad y cuando el balón pasa por sus botas, se nota. Ahora bien, los desmanes y conflictos fuera de los terrenos de juego, amén de discutibles decisiones arbitrales como su expulsión contra el Almería, siguen alimentando el debate en torno al de Ezkerraldea. Pero potencial tiene de sobra para ser uno de los mejores de la liga en el carril zurdo.

En ese mismo puesto juega el fichaje más atípico: Koikili Lertxundi. El de Otxandio llegó a Lezama con 26 años y para formar parte del segundo equipo. No obstante, convenció a Caparrós y se hizo con una plaza en la primera plantilla. Comenzó de titular, cumpliendo ante Osasuna, y no pudiendo con Messi en Barcelona. La discutible roja que le enseñó Megía Dávila en el Nou Camp le apartó del equipo. Volvió ante al Almería y, ahora, tras dejarse la ceja en el amistoso contra el Milan, tendrá una nueva opción para ganarse el puesto en Zorrilla.

Para reforzar el medio campo llegó Iñaki Muñoz. El iruindarra es un jugador experimentado, pausado y que aporta poso al equipo. Sin embargo, ha sido otros de los paganos de las `ruletas rusas' en las que se han convertido las convocatorias de Caparrós. Aún así, Muñoz ha aprobado en sus titularidades frente a Atlético y Villarreal.

Con la intención de tener mayor profundidad en las bandas, el Athletic ha incorporado a David Cuéllar y a David López.

El primero apenas está contando con oportunidades y se ha caído ya en varias ocasiones de la lista del técnico utrerano. A pesar de ello, cada vez que el de la Txantrea ha saltado al campo ha ofrecido velocidad y se ha mostrado como un jugador mucho más hecho que el cogió rumbo hacia el Elche en el verano de 2002.

Del «consenso» a las dudas

Por su parte, David López fue el fichaje del «consenso», ya que su contratación fue avalada por todas las candidaturas a la presidencia, también y de forma incomprensible por quienes no lograron ni siquiera las firmas suficientes.

Tras su gran temporada en Osasuna y habiendo costado cerca de seis millones de euros, las expectativas sobre su rendimiento eran altas, pero hasta el momento no ha podido refrendarlas. Su rendimiento ha sido decepcionante, ya que su derroche físico no ha ido en consonancia a su aportación en ataque. Tanto, que frente al Almería comenzó el choque desde el banquillo. Pero, para sorpresa del público en San Mamés, acabó la contienda jugando de pivote, un puesto para el que hay jugadores más dotados.

Aún así, en el amistoso ante el Milan, con lanzamiento de falta al larguero incluido, el ex jugador de Osasuna dejó muestras de su innegable calidad y verticalidad. Contra los italianos abrió la puerta al optimismo, pero ahora tendrá que disputarse el puesto con Gabilondo.