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Arranca la Euroliga

Madrid, cerca en lo geográfico, pero con billetes a precio de viaje astral

El potencial de los dos finalistas del año pasado, Panathinaikos y CSKA, que han roto el mercado con una voracidad terrible y el dineral empleado por Olympiacos en su reconstrucción hacen que las plazas para la Final Four estén más complicadas que nunca para el resto

Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

«Podemos fichar a quien nos dé la gana». Las palabras de Pavlos Giannakopoulos, presidente del Panathinaikos, poco después de romper el mercado con el fichaje de Sarunas Jasikevicius son probablemente el ejemplo más esclarecedor del camino que han tomado los equipos más poderosos en la carrera por la supremacía del basket continental. Atenas y Moscú son, con el dinero por castigo, hoy por hoy, las claras referencias del baloncesto europeo y los dos protagonistas de la última final, Panathinaikos y CSKA, parten como los claros favoritos a pugnar por el máximo cetro del baloncesto europeo de clubes.

Con un Olympiacos que vuelve a echar la casa por la ventana para recomponer su equipo con jugadores NBA, el renacido Maccabi y un Real Madrid al que su condición de local le otorga ese plus tan importante, las plazas para estar entre los cuatro mejores están más caras que nunca, algo a lo que, como el mismo Baskonia, aspiran con argumentos Barcelona, Unicaja, el americanizado Efes Pilsen de Erdogan o el Siena, llamado a ser una de las revelaciones.

Una velocidad más

A día de hoy, Panathinaikos y CSKA parecen contar con una plaza asegurada en Madrid, ya que su enorme potencial les permite viajar una velocidad por encima del resto. Los rusos abrieron la guerra de fichajes robando a los del trébol al escolta lituano Siskaukas a base de talonario y lo intentaron con Batiste. La respuesta del PAO ha sido espectacular, conformando un juego exterior de auténtico lujo con dos jugadores que marcaban diferencias en Europa y que no han triunfado en su experiencia NBA como el mencionado Jasikevicius o Vassilis Spanoulis, el hijo pródigo que vuelve a casa.

Pero la voracidad de los griegos no termina ahí y para una plantilla que mantiene argumentos de la solvencia de Diamantidis, Batiste, Becirovic, Vujanic, Hatzivrettas, Dikoudis, Tsartsaris, Tomasevic, Alvertis y el técnico Obradovic, ha contratado a otros dos elementos de la talla de Winston o Andrija Zizic, que deja El Pireo para enrolarse en el vigente campeón.

En su último año de contrato, Ettore Messina volverá a luchar por lo máximo con una plantilla completísima en la que probablemente su mejor fichaje ha sido el convencer -con una oferta mareante- a Teo Papaloukas para que renuncie a cruzar el charco. Además del base griego, se mantienen los cinco jugadores más valorados del año pasado, Holden, Langdon, Smodis, Andersen y Savrasenko y, al margen del mencionado fichaje de Siskaukas, ha reforzado su juego interior con la interesantísima pareja Zisis-Goree, que combina inteligencia y contundencia. Sin contar con tantos elementos como el PAO, su calidad es sublime e incluso puede tener mejor juego interior.

Aunque por desembolso económico merecería estar en ese primer nivel, a Olympiacos le falta quizá ese poso de los dos anteriores para partir en igualdad. Tras el fiasco del año pasado a manos del Baskonia, Pini Gershon ha hecho una gran limpieza en el equipo rojo, donde sólo repiten cinco jugadores, con dos casos tan especiales como Macijauskas -lesionado gran parte de la pasada temporada- y Sofocles Schortsianitis -apartado del equipo por sus 180 kilos-. Tras haber preguntado por todo lo que se movía, la NBA ha sido uno de sus caladeros, de donde llegan el anotador compulsivo Lynn Greer y los grandes interiores Qyntel Woods y Jake Tsakalidis. Los jóvenes Teodosic -base de dos metros que lograron birlar a sus vecinos del PAO- y Seibutis deben aportar fantasía y conseguido finalmente a Marc Jackson, la baja interior de Baby Shaq no debe ser tan grande.

Maccabi es otro clásico con propósito de enmienda. Los judíos no han podido aguantar el tirón económico de atenienses y rusos, pero su tripleta interior Vujcic-Fizer-Eliyahu es garantía de buenos resultados. La leyenda Oded Kattash sustituye a Spahija en el banquillo y sus otras buenas incorporaciones han sido Vonteego Cummings y Bluthenthal.

Clase media

Los equipos ACB, Real Madrid, Barcelona, Baskonia y Unicaja, liderarían lo que se podría llamar «clase-media». Por estructura y poder, los dos clubes de fútbol parecen los destinados a ser la alternativa. Los blancos, que cuentan con el factor de que la final se juega en su casa, han apostado por dar continuidad a la plantilla campeona de la ACB y de la ULEB, con el fichaje de Papadopoulos como elixir a todos sus males. Barcelona y Baskonia desprenden dudas tras haberse quedado huérfanos tras las fugas de Navarro y Scola, mientras que los de Scariolo siguen siendo una incógnita.

Una de las alternativas al poder establecido puede llegar de Turquía, del Efes Pilsen del campeón de Europa con Rusia David Blatt. El equipo turco ha americanizado su plantilla con un posible quinteto estadounidense muy interesante; Scoonnie Penn, Drew Nicholas, Kenny Gregory, Andre Hutson y el ex NBA Loren Woods. Akyol, Erdogan, Gonlum y Arslan pondrán la calidad otomana.

La propuesta italiana más sólida es, sin duda, Montepaschi Siena. Simone Panigiani ha conjuntado un bloque muy sólido, liderado por los lituanos Kaukenas y los hermanos Lavrinovic que pondrá las cosas difíciles a muchos, si bien le puede faltar algo de contundencia interior.

Nuevos ricos

Del resto de equipos destaca sobremanera el salto de calidad que pretende dar el Prokom Trefl polaco, del que dio buena cuenta el CSKA en el estreno de la competición el lunes. En su papel de nuevo rico, los amarillos han conjuntado un plantel «interesante» con jugadores de calidad pero bastante díscolos como Gurovic, DaJuan Wagner -ex Golden State-, Travis Best o Rubén Wolkowysky.

Tampoco se puede pasar por alto el regreso a la máxima competición -con aspiraciones mucho más humildes- de la Virtus de Bolonia, que ocupa el lugar de la Fortitudo, el equipo boloñés que despierta muchas más simpatías en las gradas de Zurbano. También vuelven Bamberg y Lietuvos Rytas, pero la nota exótica es la del campeón francés, el Chorale Roanne.

Favoritos

Panathinaikos, con los fichajes de los NBA Jasikevicius y Spanoulis y CSKA, que se ha hecho con Siskaukas, Zisis y Goree, que completan sus ya de por sí temibles rosters, parten como claros favoritos a hacerse con el título.

Aspirantes

Por desembolso debería estar al nivel de PAO y rusos, pero a Olympiacos le falta el poso de los anteriores para partir a ese nivel. El Real Madrid confía en el factor cancha, el Maccabi a su trío interior para su regreso a la elite y Barça y Baskonia son incógnitas tras la fuga de sus estrellas a la NBA. El americanizado Efes Pilsen y Montepaschi Siena se perfilan como alternativas.

Jasaitis, ingresado por una infección, deja al Baskonia en cuadro para Atenas

El lituano Simas Jasaitis, que ya el domingo no pudo jugar ante el Ricoh Manresa, está ingresado en un hospital por una infección, por lo que se une a las múltiples bajas que arrastra el equipo de cara a su estreno mañana en la Euroliga ante el Olympiacos en Atenas.

El parte médico indica que el jugador báltico tiene «una infección en las vías urinarias». Jasaitis no ha respondido hasta ahora al tratamiento de los médicos, después de haber sido ingresado el pasado domingo en un centro médico de la capital arabarra. «Ahora mismo, Jasaitis está ingresado en el hospital, donde permanecerá durante dos o tres días, con un período posterior de baja, según la previsión de los médicos, de entre diez y quince días», recalcó el club gasteiztarra.

Esta baja viene a sumarse a las lesiones de los estadounidenses Linton Johnson y James Singleton, pero es que además, Will McDonald tuvo que viajar el domingo de urgencia a su país natal por un grave problema familiar, aunque se prevé que se pueda incorporar al equipo mañana tras viajar directamente desde los Estados Unidos hasta la capital helena. El escolta Igor Rakocevic tampoco está en su mejor estado anímico tras estar superando otro grave problema familiar.

Neven Spahija sólo pudo entrenar ayer con ocho jugadores: Prigioni, Rakocevic, Planinic, Sergi Vidal, Lucho Fernández, Teletovic, Splitter y el joven Ander García. Deberá incluir a otro del filial en la convocatoria. J.O.

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