Un comité del Ministerio de Defensa israelí ha instado al titular de esta cartera, Ehud Barak, a que pida al Gobierno el corte de electricidad y combustible en la Franja de Gaza. En declaraciones a la radio del Ejército, el viceministro de Defensa, Matan Vilnai, aseguró que reducirán «drásticamente el flujo de electricidad desde Israel dentro de pocas semanas. Está claro que debemos cortarles el suministro».

«Tenemos que mostrar a los habitantes de Gaza que la vida no sigue tranquilamente cundo caen cohetes Kasam», dijo un oficial -citado por el diario «The Jerusalem Post»- en la reunión de urgencia que mantuvo la cúpula militar a petición de Vilnai. Los militares también pidieron la reducción de los envíos de combustible, servicios y mercancias. Según medios israelíes, Barak podría aprobar hoy mismo la interrupción del suministro energético en la mayor parte de la Franja durante dos horas al día. En setiembre, el Gobierno de Olmert declaró «territorio enemigo» a Gaza, donde residen 1,4 millones de personas.

Ante esta declaración y el posible corte de energía, los palestinos comenzaron a comprar generadores, que se agotaron enseguida. Desde la toma de control por parte de Hamas, Israel ha limitado al máximo la entrada o salida de bienes a Gaza. Hace tan sólo unos días, el Ministerio de Defensa dio luz verde al corte de energía durante un par de horas por la tarde o noche en Beit Hanoun, en la zona norte. Ya en junio de 2006, el Ejército bombardeó la única central eléctrica de Gaza. Además, las incursiones militares se producen casi a diario.

«Crimen de guerra»

Ante las intenciones del Ministerio que dirige Barak, Hamas resaltó que si Israel cumple sus amenazas cometerá un «crimen de guerra» y aplicará «un castigo colectivo». Su portavoz, Sami Abu Zuhri, remarcó que se trataría de un nuevo intento de «forzar al pueblo palestino a arrodillarse». Recordó que «según el derecho internacional, las fuerzas de ocupación tienen la obligación de cubrir las necesidades humanitarias de la población».