El Ejército de Pakistán desplegó ayer en varias áreas del valle de Swat (al norte) a 2.500 soldados para luchar contra a los talibán. Tras llegar en un convoy compuesto por 500 vehículos, los militares cerraron al tráfico todas las carreteras importantes y pidieron a la población que permaneciera en sus casas. Este valle, situado en la Provincia de la Frontera Noroeste, registra la actividad más intensa de los milicianos islamistas.

Ayer mismo, una bomba accionada por control remoto al paso de un convoy militar hirió a cuatro militares cerca de la ciudad de Chakdarra, cuando se dirigían a Swat.

Con este despliegue, las tropas paramilitares pretenden atacar a los seguidores del mulá Fazlulá que, tras el asalto a la Mezquita Roja de Islamabad en julio, declaró «la guerra santa» contra el Gobierno paquistaní.

En estos tres meses y medio, cerca de 400 personas han muerto en atentados. El más sangriento ocurrió el pasado día 18 contra la líder de la oposición Benazir Bhutto, que no llevaba ni un día en Pakistán tras haber regresado de su exilio. Precisamente, ayer el jefe del equipo encargado de investigar este atentado presentó su dimisión tras la recusación de Bhutto. «El equipo de investigación va a ser formado de nuevo después de la decisión de Mughal de retirarse debido a las objeciones expuestas por Bhutto a sus credenciales como jefe investigador», señalaron los responsables.