Las organizaciones de mujeres reunidas en el encuentro internacional «Todas estamos despiertas» que, de la mano de Mundubat, se ha desarrollado en Bilbo afirman que la resolución aprobada el 11 de octubre por el Parlamento Europeo sobre los feminicidios en México y Centroamérica y el papel de la UE en la lucha contra este fenómeno «contribuye a nuestros esfuerzos por prevenir la violencia contra las mujeres, proteger a los familiares de las asesinadas, a los defensores de derechos humanos, reducir la impunidad y acceder a la justicia».

La resolución insta a los gobiernos del área a hacer acciones para prevenir la violencia, fortalecer las instituciones de justicia e instancias investigadoras, dar apoyo a familiares en la búsqueda de la justicia y protección a los trabajadores por la justicia y la paz, al tiempo que les llama a fortalecer su cooperación con las instancias que trabajan en favor de los derechos humanos.

Estas organizaciones, provenientes de América, Sahara Occidental y Palestina, coinciden con la resolución en que «la violencia contra las mujeres es una problemática estructural, una violación de sus derechos humanos» y añaden que en algunos países a ella se suman las consecuencias de «bloqueos, invasiones y ocupaciones, guerras internas, tratados de libre comercio, fundamentalismos, terrorismo de Estado, y retroceso en las políticas públicas y falta de presupuesto para aplicarlas».

En su declaración, se suman a las demandas de los colombianos por una salida política negociada al conflicto social y armado, por el acuerdo humani- tario y el retorno de los desplazados, así como a la lucha por la tierra del MST de Brasil y de todos los países del mundo, y a la lucha de las mujeres y pueblos saharaui y palestino por el respeto a su libre autodeterminación. Piden el levantamiento del bloqueo del Gobierno de EEUU contra Cuba, la restitución del derecho al aborto terapéutico en Nicaragua y la despenalización de la interrupción del embarazo en toda Centroamérica.

Aunque son conscientes de que este tipo de resoluciones «sólo instan», aseguran que son un instrumento para «seguir presionando, demandando y haciendo propuestas a los gobiernos», sobre todo cuando va a comenzar la negociación del acuerdo de asociación de la UE con Centroamérica. «Es una buena herramienta de trabajo y lucha que nos permitirá tener más recursos para ampliar nuestro trabajo y fortalecer la protección y la denuncia en casos de violación de los derechos humanos», insisten.