Con un presupuesto humilde (1,3 millones de euros) y con un guión compuesto por «superhéroes a la vasca», Joseba Vázquez proyectó ayer en un pase especial su primer largometraje, titulado «Trío de ases: El secreto de la Atlántida», aunque adelantó que el film, producido por Amalur Films y Gestora de Proyectos Audiovisuales, no se estrenará en las salas comerciales hasta la primavera que viene.

Txema Sandoval, Verónica Moral, Guillermo Romero, Cristina Peña, Guadalupe Lancho, Antonio Garrido y Ana Turpin conforman el equipo de personajes que buscan hacerse con una esmeralda. La historia, escrita por Joseba Vázquez junto al actor gasteiztarra Txema Sandoval, propone sobre todo «un espectáculo visual».

Ya los mismos trajes que visten los actores y actrices dan una ligera idea del tipo de historia que ha rodado el director alavés. El argumento, tal y como indica el título, parte de la búsqueda de un tesoro; y en esa lucha constante se enfrentan los «malos» contra los «buenos». De ahí que el propio programa de mano que se repartió ayer a la entrada del cine imitara la estampa de los superhéroes de los cómics. «Qué nadie venga engañado a ver esta película», bromeó Vázquez. «Existen muchos efectos especiales durante la película; muchas desapariciones, apariciones y rayos. Trabajamos con cronoscopia. Para que se me entienda: es a lo Matrix, pero humildemente».

Espectáculo visual

El proyecto de «Trío de Ases» comenzó el pasado año por el mes de noviembre. Previamente Joseba Vázquez ya había grabado un corto bajo el mismo título pero decidió comenzar una nueva aventura rodando el que sería su primer largometraje. El filme ha sido grabado íntegramente en Euskal Herria y entre las localizaciones aparecen parajes de Saturraran, Murgia, Guardia y Gasteiz, entre otros. En este último lugar el equipo de Joseba estuvo grabando en la plaza de la Virgen Blanca y en la Plaza Nueva. El realizador recordó varias de las secuencias grabadas en la capital alavesa. «Tenemos que resaltar que todas las escenas han sido grabadas por los propios actores, ya que no ha habido dobles para las escenas de riesgo -apuntó-. Recuerdo que el puntito rojo de la colchoneta de los bomberos que, en principio, parecía grande, una vez visto desde el balcón del ayuntamiento parecía mínimo».

La proyección de ayer en Gasteiz ha sido la primera abierta al público, una vez el film se presentara dentro del Zinemaldia en setiembre. Pero su estreno en las salas comerciales no se espera hasta primavera.