Se edita por fin en DVD el docudrama sobre el barrio barcelonés del Raval, después de una larga espera y enconadas polémicas entre el director y la productora. El cineasta catalán Antoni Verdaguer ha mantenido siempre una difícil relación con el cine comercial, y esta vez quería hacer una película de autor sin ningún tipo de concesión. El proyecto lo tituló inicialmente «BCN08001», pero fue sufriendo cambios que le obligaron a plantarse frente a Iris Star, que era la compañía que estaba detrás de esta obra colectiva. Todos cuantos de forma anónima habían participado en «Raval, Raval» respaldaron a Verdaguer, así que defendieron su autoría y la representatividad que habían puesto en sus manos. Hace cuatro años ya se había empezado a rodar, de lo que dan fe las secuencias de manifestaciones organizadas con motivo del 14-M, por cuanto el atentado tuvo consecuencias para la convivencia interracial entre los vecinos del Raval, todo ellos volcados en la película.

En ese transcurso de tiempo el malogrado Joaquim Jordá realizó «De nens», sobre un caso de pederastia ocurrido en el barrio, con lo que venía a completar la visión dada previamente por José Luis Guerín en «En construcción». Son testimonios de un vecindario en constante transformación, que poco tiene que ver ya con lo que se conoció como el Barrio Chino. Basta decir que la multiculturalidad de «Raval, Raval» conlleva la utilización de ocho idiomas: catalán, castellano, árabe, urdu (India-Pakistán), portugués, francés, inglés y wolof (Senegal).

Pero por encima del concepto de pequeña Babel, es el mestizaje musical el que permite el intercambio cultural de cara a superar las diferencias y tensiones diarias en sus calles y plazas. La cantante magrebí Chahrazad Rkayna cobra un protagonismo especial, mezclada con Ojos de Brujo y otros músicos de fusión. La violencia racial tiene su repuesta adecuada en el seno de una comunidad que crece y se hermana a la vez.