El Ministerio español de Sanidad anuncia medidas para «humanizar» el parto, Galicia anuncia que ofrecerá la posibilidad del parto natural en la red hospitalaria pública... ¿Buenas noticias?

La verdad es que no sabemos bien en qué se traducen esas noticias, a qué llevan en la práctica. Es muy ambiguo que alguien diga que quiere humanizar el parto, porque habría que preguntarle qué quiere decir con eso y, sobre todo, cuando se dice a nivel político. Nuestro lema es por un parto más humanizado, y lo que queremos decir es que la mujer pueda elegir, que se le respete ese proceso vital suyo. Porque hasta la OMS ha dicho que el parto se está deshumanizando y de ahí que propusiera evitar ciertas rutinas médicas que son innecesarias. El parto no es una enfermedad y se da la circunstancia de que muchos profesionales médicos no saben cómo llevar un parto sin intervenir y muchos de ellos, jóvenes, jamás han visto un parto natural.

Pero sí da la impresión de que las cosas se están moviendo en favor de un parto más humanizado...

Yo creo que algo se va moviendo. Nosotras, que llevamos un grupo de apoyo a embarazadas, últimamente tenemos llenazo de mujeres que quieren una alternativa al parto convencional. Aquí, además, tenemos un grupo de matronas que están atendiendo partos en casa y no dan abasto ante la demanda que últimamente tienen. Lo que no sabemos es por qué se ha dado ese cambio, si es que las mujeres se están dando cuenta de ese cambio, si es que se corre la voz... Lo que no sé es adónde va a llegar el tema.

¿Es complicado convencer a la mujer de hoy de la bondad del parto natural?

Es una forma de entender la vida, no un capricho, sin más. Es una filosofía de vida. Nosotras entendemos el parto natural en el sentido de un parto que respete la fisiología de la mujer.

Supongo que a muchas mujeres les producirá miedo oír hablar de parto natural.

Es verdad que eso es lo que piensa mucha gente: «qué locura, el parto en casa». Pero hoy día es segurísimo y, encima, con la garantía de que nadie interviene innecesariamente. Hay muchas mujeres que desean un parto cómodo, no doloroso, intervenido, pero hay muchas que como filosofía de vida se plantean las cosas que pasan y cuando van a dar a luz se preguntan por qué tienen que medicalizar ese acto. Es cierto que hay gente que te dice que es volver atrás, pero hay muchos países que han demostrado que parir en casa es hasta más seguro que hacerlo en el hospital.

Admitiendo que mujeres y autoridades sanitarias van siendo cada vez más receptivas a esta alternativa al parto medicalizado, donde el debate se antoja más complicado es en cuál es la postura idónea para parir. Hoy prima la mujer tumbada de espaldas, que históricamente casi no ha sido utilizada.

Eso raya la locura y la incomprensión total. Son de esas cosas que una no entiende cómo la práctica médica lo puede defender con todas las pruebas que existen de que parir tumbada no es lo más recomendable. No lo entendemos. Y si es por comodidad del médico, nos preguntamos si por comodidad de él se tiene que seguir manteniendo esta postura. No se entiende, porque la fisiología y la historia dicen que no se debe parir así. J.V.