Vladimir Putin recordó la «crisis de los misiles» de Cuba que en 1962 enfrentó a los gobiernos de EEUU y la URSS y señaló que la situación evolucionó entonces de «forma parecida» a como actualmente lo está haciendo la cuestión del escudo militar que Washington quiere instalar junto a la frontera rusa, pero hizo hincapié en que una crisis como aquella ya no sería posible entre países que ahora no son enemigos sino que cooperan entre sí.

El presidente ruso realizó estas declaraciones al término de las reunión Unión Europea-Rusia celebrada ayer en Portugal para examinar y relanzar sus relaciones políticas y comerciales.

Pese a las diferencias, calificó de«amigo» a EEUU y a su presidente, George W. Bush, y se mostró convencido de que están revisando los planes sobre el escudo antimisiles tras escuchar los planteamientos de Moscú. Aseguró que no ha sido Rusia la que abandonó la política de acuerdos sobre armamentos, sino Washington con sus planes de crear estas bases y agregó que ofreció compartir con sus aliados occidentales sistemas de prevención y defensa ante posibles amenazas de misiles.

Durante la cumbre no se consiguió el apoyo firme de la UE para la entrada de Rusia en la OMC ni la ampliación de un Acuerdo de Cooperación y Asociación, sus principales objetivos, a pesar de que ambos interlocutores minimizaron sus diferencias. Sin embargo, Putin reprochó a la UE la desproporción de las inversiones, ya que Rusia invirtió 9.200 millones en el bloque europeo mientras que éste destinó 31.300 millones.

Pero el encuentro también sirvió para que Rusia propusiera la creación de un instituto de fomento de los derechos humanos, se firmara un acuerdo de alerta temprana para las crisis energéticas para tratar de evitar cortes en el suministro de gas y petróleo desde el principal proveedor de Europa, otro que permite a Rusia exportar más acero a la UE y un tercero para luchar contra el narcotráfico.

El presidente ruso aprovechó la cumbre para despedirse de la Unión Europea a través del presidente de turno, el portugués José Sócrates, y del presidente de la Comisión Europea, el también luso José Durao Barroso, ya que, como reiteró, no se presentará a las elecciones de marzo.

Rusia y la Unión Europea han firmado un acuerdo de alerta temprana para las crisis energéticas, que consistirá en intercambiar información para tratar de evitar cortes en el suministro de gas y petróleo desde el principal proveedor de Europa. También se han suscrito dos pactos, uno que permitirá un mayor acceso de las exportaciones de acero ruso a la UE.de productos derivados y otro relacionado con la lucha contra las drogas.