La Policía Local de Gasteiz busca desde hace una semana a un grupo de «jóvenes de entre 20 y 25 años» que grabaron a una persona discapacitada mientras le animaban a desnudarse, vídeo que luego se colgó en internet, según informó ayer el concejal responsable de Seguridad Ciudadana de la capital, José Manuel Bully.

La víctima, según se recogía en la edición de ayer de «El Correo», es un gasteiztarra que «roza la treintena y trabaja en un empresa para discapacitados mentales».

En el vídeo, que se colgó en la conocido portal Youtube y ya ha sido retirado, se ve a una decena de chicos y chicas que «jalean y se mofan» de su víctima, a la que «llaman por un apodo y le corean para que les haga un streptease». «El discapacitado baila, se ríe y empieza a quitarse la camiseta al ritmo de la música que sale de los coches que le rodean. La cuadrilla no para hasta que les muestra los genitales varias veces», relatan en la publicación.

El vídeo, rodado en un pequeño parque, junto a la calle Loreto Arriola y el edificio de Telefónica, dura alrededor de dos minutos y fue retirado anteayer de la red por la misma persona que lo colgó, que sí ha sido identificada.

La investigación arrancó hace seis días, cuando la guardia urbana detectó la cinta en internet y puso los hechos en conocimiento de los padres del discapacitado. Tras ver la película y reconocer a su hijo, presentaron una denuncia en comisaría.

Por el título de la grabación, que hace referencia a las carreras ilegales que se suelen celebrar en el polígono vecino de Jundiz, «la indumentaria de los jóvenes y el aspecto de uno de los coches, las pistas apuntan al barrio de Sansomendi». Concretamente, el concejal de Seguridad Ciudadana afirmó que, según las imágenes del vídeo, los autores de la grabación y las personas que participaron en ella «son un grupo de amigos de entre 20 y 25 años».

En cuanto a la persona que colgó el video en la red, Bully informó de que, a media tarde del jueves, un joven se presentó en la comisaría de la Policía Municipal y confesó ser el cibernauta que ha difundido la película, aunque negó ser el autor de la grabación. Tras tomarle declaración, la guardia urbana le imputó un delito contra el honor y la integridad de las personas y pasó el caso al Juzgado de Guardia y a la Fiscalía. El joven quedó en libertad con cargos a la espera de que los tribunales decidan al respecto.