El susto de Gurrutxaga se queda en un esguince
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
Los peores pronósticos, por una vez, no se cumplieron. Javi Gurrutxaga protagonizó ayer un considerable susto en el entrenamiento matinal del Eibar y, aunque pasa a engrosar el capítulo de bajas, su lesión es, en un principio, bastante menos grave de lo que se pensó.
El susto llegó, curiosamente, en una sesión que estaba resultando especialmente positiva ya que, por primera vez en mucho tiempo, Javier Mandiola podía trabajar con todos sus jugadores. Pero cuando el entrenamiento estaba a punto de acabar, una acción fortuita entre Yagüe y Gurrutxaga acabó con los dos doliéndose en el suelo. El delantero no tardó en reincorporarse al partidillo, pero el elgoibartarra tuvo que retirarse entre evidentes signos de dolor. Un primer examen hizo sospechar que podía haberse dañado gravemente el ligamento de la rodilla izquierda.
Afortunadamente, las pruebas a las que fue sometido por la tarde rebajaban la lesión, según confirmó Javier Mandiola, a un esguince de ligamento que con todo, evidentemente, deja al central fuera del equipo.
No será el único, porque Iván Cuéllar y David Zurutuza no pudieron trabajar con normalidad en la sesión vespertina. El centrocampista, de hecho, estará parado las próximas tres semanas en un intento de que supere definitivamente los problemas que arrastra en la zona de los isquiotibiales. Ninguno de ellos participará tampoco, por tanto, en el amistoso de esta mañana en Zestoa.