El pésimo encuentro disputado por el Athletic ayer en Getafe puso en evidencia todas las limitaciones y vergüenzas que han arrastrado los de Caparrós en estas 10 jornadas. Lo peor de todoes, que a la inoperancia, los errores y las expulsiones absurdas de otras tardes, ayer se le sumó una enorme sensación de impotencia. Todo, frente a un equipo como el de Laudrup, que sin jugar un partido nada deslumbrante, coloca al Athletic en una situación clasificatoria muy delicada. Además, deja a Caparrós en la necesidad de demostrar que la presión de dirigir a los bilbainos no le supera.

Los vizcainos saltaron adormilados al césped del Alfonso Pérez y lo acabaron pagando muy caro. El de Utrera dio entrada a Zubiaurre en el lateral derecho, por fin, con lo que desplazó a Iraola al centro del campo. Una decisión sorprendente, ya que la temporada pasada no quedaba otro remedio que alinear al de Usurbil ahí. Pero, en verano se fichó, con el visto bueno del andaluz, a Muñoz para, se supone, actuar en ese puesto.

Las carencias tardaron muy poco en saltar a la vista. Tras unos minutos de tanteo, el Getafe logró abrir la lata. Los azulones botaron una falta que Koikili no acertó a despejar, el balón llegó a Kepa, éste cedió atrás y Casquero marcó de un magnífico zambombazo desde el borde del área. No era una sorpresa, Caparrós ya había avisado el martes en Lezama del acierto goleador del centrocampista manchego.

A partir de ahí, un tranquilo equipo azulón le dio el balón al Athletic. La idea era clara, intentar aprovechar cualquier error vasco para salir a la contra. Con la pelota en sus pies, los rojiblancos mostraron una inoperancia alarmante, siendo incapaces de generar ninguna opción de ataque en jugada. Todas las opciones de intimidar a Abondanzieri¯un meta que tiene el mejor saque con los pies de toda la liga con diferencia¯ pasaban por córners o faltas laterales, de las que no parece haber forma de sacar partido. Mientras tanto, los de Laudrup aguardaban su oportunidad para sentenciar. Así, en el minuto 28, Orbaiz perdió un balón en el centro del campo, el rebote fue a parar a De la Red, que dejo en evidencia la velocidad de Amorebieta, que abrió a Uche para que el nigeriano rematase. En primera instancia, Iraizoz fue capaz de parar un gol cantado, pero el rechace fue a parar al punta africano que, a la segunda, no perdonó.

Con el segundo, los rojiblancos quedaron noqueados. Tanto, que su única opción de cierto peligro fue un buen disparo de Markel Susaeta a diez minutos del descanso. Por lo demás, el Getafe pasó a tener el balón y de la mano de De la Red siguieron poniendo en jaque el planteamiento de Caparrós hasta alcanzar el descanso.

Tras el intermedio, el de Utrera dio entrada a Llorente y David López por Etxebe y Gabilondo. Unas sustituciones que no variaron un sistema con el que había sido imposible generar una sola ocasión de peligro a través de juego trenzado.

Los minutos de la basura

La noche del pasado miércoles comenzó la NBA. El campeonato americano hace referencia a los instantes finales de los partidos sin trascendencia alguna como los minutos de la basura, los cuales se puede decir que también aparecieron ayer en Getafe.

Los azulones estuvieron a punto de incrementar su renta, pero Iraizoz con dos sensacionales intervenciones evitó que el sonrojo fuera mayor, Por su parte, el Athletic, con Susaeta como hombre con más fe y acierto, intentaban encontrar algo que les metiera en el choque. Hubo un atisbo, tras robo del eibartarra y disparo frustrado de David López, pero el gol se esfumó. Después, tras un córner a favor, Fernando Amorebieta vio su primera amarilla por protestar.

Una amonestación importante, ya que en el minuto 72 el de Iurreta se autoexpulsó. En una acción fuera de toda lógica, falta clara, el vizcaino dejó el pie sobre la espalda de Uche, a quien acabó pisando. Puede que el árbitro tuviera ya la decisión tomada tras la infracción, pero su caída sobre el nigeriano facilitó la segunda tarjeta. La quinta roja, la cual sería incomprensible recurrir, en 10 partidos, dato que tiene que invitar a la reflexión. Ahora, la oportunidad será para centrales solventes como Luis Prieto o Ustaritz.

Uno de los dos será titular en la cita del domingo ante el Recre. Un partido que adquiere tintes bastante más trascendentales de lo que se pensaba. La victoria se antoja imprescindible, de lo contrario los fantasmas tocarán de nuevo la puerta.