Montserrat AUZMENDI

El Teatro Leidor de Tolosa se llenó a rebosar ayer para la celebración de la sesión de clausura y entrega de premios del Certamen Coral. Salvo algún detalle organizativo -no había asientos reservados para prensa-, el acto fue ameno y ágil. Las actuaciones de los ganadores se entremezclaron con las consabidas entregas de premios por las diversas autoridades y todo transcurrió entre los aplausos de un público en general entendido y la ilusión de los galardonados. El Premio del Público recayó en el coro de Riga. Los premios correspondientes a la categoría de Grupos Vocales se repartieron entre los tres que destacaron los días anteriores: los estadounidenses The Rose Ensemble, que recibieron, muy merecidamente, el primer premio en Música Sacra y el segundo en Música Profana, los eslovenos Ave Vocal Group (primer premio en Música Profana y segundo en Música Sacra), y los británicos Pegasus, que obtuvieron los terceros premios en ambas modalidades.

La entrega de galardones en la sección de Coros Infantiles fue uno de los momentos más encantadores de la gala. El tercer premio recayó en el Cantilon Chamber Choir, de Canadá, que mostró gran disciplina vocal. Por otra parte, la actuación del Coro Pedagogía Musical de Moscú, que obtuvo la segunda posición, fue una delicia de refinamiento sonoro e interpretación. Y las ganadoras, las estonas del Girls Choir of Old Town Music House, hicieron una precisa versión de la obra obligada, «Bi bihotz», de Junkal Guerrero. Los platos fuertes llegaron con la categoría de voces mixtas, en polifonía y folklore. Los grandes triunfadores fueron los letones (de nuevo Riga) y los japoneses Vox Gaudiosa. Ambos obtuvieron ex aequo el primer premio en polifonía. En folklore, sin embargo, el primer puesto correspondió al coro letón, mientras que el japonés quedó en segunda posición. Ambos se lucieron en la velada. Los japoneses cantaron «O lux beata trinitas», de su propio director, Ko Matsushita, y el coro de Riga interpretó magistralmente «Deus, qui illuminas», cuyo autor, Julio Domínguez, se encontraba presente en el Leidor. El premio del Gobierno Vasco a la mejor interpretación de una obra vasca fue a parar al Kammerkoret Nova de Noruega, quien lo mereció por su fina versión de «Axuri Beltza», de Javi Busto. Finalmente se entregó el Gran Premio Kutxa y nominación para participar en el Gran Premio Europeo de Canto Coral, que tendrá lugar el día 16 de marzo en Debrecen (Hungría). El galardón recayó, cómo no, en el coro de Riga. Los letones, bajo la impecable dirección de Ints Teterovskis, pusieron fin a las actuaciones con el «O, Crux», de Knut Nystedt.

La última de las jornadas -el sábado, dedicada a la Música Profana-, había seguido más o menos la misma tónica que las anteriores. Algún coro destacando y la mayoría ofreciendo una calidad mediana que no llegó a arrebatar. Las canadienses Cantilon Vocal Group ofrecieron frescura y voces bien educadas. Lo más destacado fue el «O-YO-YO» de Hatfield, con una bonita puesta en escena. El coro Cantoria Vocale sine Nomine, de Cuba, mostró mucha musicalidad, buenas voces y el gracejo propio de su tierra -fenomenal la «Conga» de López-Gavilán-. El ambiente cambió totalmente con los eslovenos Ave Vocal Group, técnicos y redondos en sus interpretaciones, con un gran sentido de la armonía, aunque algo fríos. En la segunda parte escuchamos lo mejor y lo peor del día. El británico Pegasus hizo interpretaciones de calidad, llenas de detalles. Bordó un programa que quizá pecó de excesivo academicismo. El coro Boca que usa, de Brasil, fue, sin duda, el más flojo. Faltó homogeneidad, hubo algún que otro desafine y resultó monótono. Finalmente, The Rose Ensemble fue el que más cuajó con sus voces estupendas llenas de musicalidad.